4 estrategias para combatir la fatiga por las decisiones

La ciencia lo demuestra: la fatiga por decisiones es algo real. Al final de tu jornada laboral, tu capacidad emocional e intelectual está agotada. Cuando los líderes invierten su valiosa energía en decisiones de bajo impacto, todos pagan un precio. Acumular decisiones infravalora a los empleados. También te impide tomar decisiones más importantes que realmente importan. No puedes escapar de la toma de decisiones, pero puedes separar las decisiones de alto impacto del resto.

Hay ciertos tipos de decisiones que sólo tú puedes tomar. Eso es cierto para todos los miembros de tu organización. Cuando activas a las personas para que lideren dentro de su esfera de influencia, obtienes el mejor resultado en toda tu empresa. Para maximizar el rendimiento de la toma de decisiones diaria, sigue estas cuatro sencillas estrategias.

  1. Nunca tomes la misma decisión dos veces. Muchas decisiones son recurrentes. Cuando estés determinando qué proveedores utilizar o qué calendario seguir, simplemente toma la decisión una vez. Luego, automatiza o documéntala. Cuando te pregunten por la aprobación de las vacaciones, el permiso de paternidad o los cambios de remuneración, las políticas documentadas pueden ahorrarte una inmensa cantidad de trabajo mental. He aquí un ejemplo. Hace unos años, decidí dejar de hacer consultas individuales. Ahora, cuando llega la solicitud, mi asistente ejecutiva sabe que debe rechazarla en mi nombre. Me beneficio de esta estrategia todos los días.
  2. Deja que otros elijan por ti. Muchos líderes caen en la trampa de la microgestión. Esto no sólo agota tu energía mental, sino que también repercute negativamente en tus empleados. Es tentador pensar demasiado en las decisiones no esenciales. En su lugar, pregúntate: ¿Puede otra persona responder a esto por mí? Aferrarse a decisiones triviales es costoso e insensato. Contrata a personas con talento y deja que dirijan con excelencia.
  3. Usa un proceso definido para tomar decisiones difíciles. Construye un proceso que tenga en cuenta todas las variables. Hace años, empecé a utilizar un formulario de recomendación. Cuando alguien de mi equipo tiene una idea para nuestro negocio, escribe un resumen de la recomendación en una hoja. Esta hoja incluye los antecedentes, la justificación, los recursos necesarios y el impacto financiero previsto. En lugar de presentar una idea y dejarme hacer el análisis de rentabilidad, mi equipo sabe que debe hacer su propio trabajo de campo. En este punto, mi trabajo consiste simplemente en elegir un sí o un no. No se necesitan reuniones de seguimiento para el proceso de deliberación.
  4. Cuida de ti mismo. Tu pensamiento está manipulado por las reacciones bioquímicas de tu cuerpo. De hecho, existe una correlación directa entre un sueño inadecuado y una mala toma de decisiones. Para tomar las mejores decisiones, debes estar en un buen momento. Esto incluye descansar adecuadamente, hacer ejercicio con regularidad y tener una nutrición adecuada. Tómate tiempo para rejuvenecer y así poder dirigir bien tu empresa.

Cuando añadas estas cuatro sencillas estrategias, ganarás confianza para tomar menos decisiones, más rápido y mejor. ¿Qué estrategia vas a empezar a poner en práctica esta semana?

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