Algunas personas parecen lidiar con las situaciones difíciles mejor que otras. Tal vez sean los únicos en la sala que mantienen la cabeza fría cuando todos los demás se alteran, o la persona que parece capaz de centrarse en las soluciones en lugar de enfrascarse en los problemas. A veces son las personas a las que acudimos en una crisis: Confiamos en ellos para que nos den un consejo sabio y sensato cuando más lo necesitamos.
¿Qué tienen de diferente estas personas? ¿Son sobrehumanos? ¿Qué hay en ellas que les permite tener éxito en momentos de estrés e incluso prosperar bajo presión?
Una respuesta podría ser la personalidad -y sin duda, la personalidad puede afectar a la respuesta al estrés de una persona-, pero la mentalidad importa mucho. Algunas formas de pensar al afrontar una situación inesperada o una crisis son más útiles que otras. Sabemos que esto es cierto por los estudios realizados en el campo de la terapia cognitivo-conductual. Ciertas «distorsiones cognitivas» pueden reducir la capacidad de enfrentarse a situaciones de presión. Por el contrario, estos cinco hábitos mentales suelen describir a las personas que prosperan bajo presión.
- Mantenerse presente en el momento – En lugar de dejarse llevar por el miedo al momento o proyectar un resultado negativo, las personas que prosperan bajo presión pueden estar presentes en la tarea que tienen entre manos. Se centran en lo que están haciendo en ese momento y se mantienen en el camino hacia un resultado.
- Ser flexible con las opciones y las soluciones – En lugar de pensar en términos de «o» o «blanco o negro», una persona que prospera bajo presión entiende que hay muchas opciones diferentes en una situación y determina un curso de acción tras considerar múltiples entradas y opciones disponibles. Ser flexible significa pensar de forma creativa y ser capaz de percibir múltiples enfoques para un problema o desafío.
- Descatastrofización – Las personas que prosperan bajo presión se toman las situaciones al pie de la letra, las abordan y no se dejan atrapar por sus emociones. Des-catastrofizar es dar un paso atrás y evaluar una situación de la forma más realista posible, sin exagerar lo negativo. Cuando catastrofizamos, nos relacionamos con un escenario estresante como si fuera el fin del mundo o una situación de vida o muerte. Esto pronto nos lleva a pensamientos autodestructivos como «es imposible que salga adelante». Ser reflexivo y tener la mente despejada te permite funcionar lo mejor posible y resolver los problemas sin un alto grado de estrés, ira, frustración u otras emociones.
- Aceptar una situación por lo que es – En lugar de centrarse en los fracasos del pasado, dejarse llevar por las emociones de los demás o culpar a otros y no asumir la responsabilidad, las personas que prosperan bajo presión son capaces de ver la situación actual por lo que es y reconocer su papel en ella. También son capaces de abordar la situación con un sentido realista del contexto y ver que se trata de una tarea entre muchas otras, en lugar de un acontecimiento decisivo del que nunca se recuperarán.
- Confiar en el propio juicio – Puede que no siempre tengas razón, pero la inacción es paralizante. Las personas que prosperan bajo presión son buenas para abordar la situación en cuestión o delegar o conseguir los recursos que necesitan. Una medida de confianza es muy útil cuando te enfrentas a una situación estresante que exige un pensamiento rápido y una acción inmediata. La inseguridad en uno mismo o la complacencia de la gente no suelen ser eficaces en una situación crítica.
Aunque las habilidades para prosperar bajo presión son tan variadas como las personas que las practican, estos enfoques directos y centrados pueden ayudarte a navegar por situaciones de gran estrés con mayor eficacia. También son hábitos mentales que, cuando se practican, pueden fomentar la confianza y la seguridad en uno mismo, aumentar la competencia y mejorar la capacidad de tomar decisiones. Cualquiera puede desarrollar habilidades para afrontar mejor las situaciones de presión. Se necesita esfuerzo, concentración y aprender las mejores formas de tratar con nuestras emociones y con otras personas.