El gigante taiwanés de semiconductores TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Co.) ha anunciado una inversión histórica de $100 mil millones (aproximadamente 92.000 millones de euros) para expandir su capacidad de fabricación de chips en Estados Unidos, consolidando así su presencia en territorio norteamericano.
Una inversión sin precedentes
Durante una conferencia de prensa celebrada este lunes, el presidente Donald Trump reveló que la financiación se destinará a la construcción de dos nuevas instalaciones de fabricación de chips en Phoenix, Arizona. Esta inversión se suma a los $65 mil millones (60.000 millones de euros) que TSMC ya había comprometido previamente para la construcción de tres fábricas en el estado.
Tecnología de vanguardia
El CEO de TSMC, C.C. Wei, destacó durante el anuncio: "Estamos produciendo el chip más avanzado fabricado en suelo estadounidense con el éxito de nuestra primera planta". Wei añadió que la expansión "creará miles de empleos bien remunerados… y producirá muchos chips de IA".
La compañía comenzó la producción de chips de 4 nanómetros en su planta de Arizona en enero de este año. Según la página web de la empresa, las futuras instalaciones fabricarán chips utilizando "tecnología de proceso de 2nm o incluso más avanzada" hacia finales de la década.
Contexto político y económico
Esta inversión se produce en un momento crucial para la industria de semiconductores en Estados Unidos. La administración Biden ya había otorgado a TSMC $6.6 mil millones (6.100 millones de euros) bajo el CHIPS Act, como parte de los esfuerzos para fortalecer la producción nacional de semiconductores.
El anuncio coincide con un momento de tensión comercial, ya que el presidente Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% sobre los semiconductores y otros productos a partir de abril. Además, Estados Unidos comenzará a aplicar un arancel del 25% sobre productos procedentes de México y Canadá, junto con un impuesto adicional del 10% sobre las importaciones de China.
Impacto en la industria tecnológica
El movimiento de TSMC forma parte de una tendencia más amplia en la industria tecnológica. La semana pasada, Apple anunció planes para invertir más de $500 mil millones (aproximadamente 460.000 millones de euros) en Estados Unidos durante los próximos cuatro años, incluyendo la construcción de una fábrica de servidores en Texas.
Es importante señalar que TSMC ha retrasado el cronograma para su segunda planta en Arizona, que ahora se espera que abra entre 2027 y 2028, en lugar de 2026 como se había planificado inicialmente.
Esta masiva inversión representa un paso significativo en la reconfiguración de la cadena de suministro global de semiconductores y fortalece la posición de Estados Unidos en la fabricación de chips avanzados, un sector considerado crítico para la seguridad nacional y la competitividad económica.
