Guía de privacidad: cómo gestionar el uso que hace Meta AI de tus conversaciones

Droids

Updated on:

El nuevo asistente de inteligencia artificial de Meta ya está presente en Facebook, Instagram y WhatsApp, pero su capacidad para aprender de nuestras interacciones plantea dudas sobre la privacidad. Te explicamos cómo funciona y qué puedes hacer para controlarlo.

Meta ha comenzado el despliegue global de Meta AI, su nuevo y potente asistente de inteligencia artificial, integrándolo de forma prominente en sus plataformas más utilizadas: Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger. Esta herramienta, diseñada para responder preguntas, generar imágenes y ayudar en tareas cotidianas, promete revolucionar la manera en que interactuamos en estas redes sociales. Sin embargo, su llegada viene acompañada de una pregunta fundamental para millones de usuarios en España y en todo el mundo: ¿qué ocurre con la información que compartimos con esta IA?

La compañía ha confirmado que utiliza las interacciones de los usuarios para entrenar y mejorar sus modelos, una práctica que ha encendido las alarmas de privacidad. Afortunadamente, existen formas de gestionar y limitar este uso de datos. En este artículo, desglosamos cómo funciona Meta AI, qué datos recopila y te ofrecemos una guía paso a paso para que tomes el control de tu privacidad.

¿Qué es Meta AI y cómo utiliza tus datos?

Meta AI es un asistente conversacional basado en Llama 3, la última generación de los modelos de lenguaje grandes (LLM, por sus siglas en inglés) desarrollados por la compañía. Su presencia es cada vez más visible: aparece en la barra de búsqueda de Instagram, en los chats de Messenger e incluso como un contacto más en WhatsApp. Puedes pedirle que te recomiende un restaurante, que cree una imagen surrealista o que te ayude a planificar un viaje.

Para que el asistente sea cada vez más inteligente, preciso y seguro, Meta ha adoptado una estrategia común en la industria de la IA: el aprendizaje a partir de datos de usuarios reales. Según explica la compañía en su política de IA generativa, «tus conversaciones con Meta AI son procesadas para ayudarnos a mejorar nuestros modelos». Esto significa que las preguntas que haces, las instrucciones que le das y las correcciones que realizas pueden ser analizadas por sus sistemas.

La diferencia clave: entrenamiento del modelo vs. contenido compartido

Es crucial entender la diferencia entre dos conceptos que a menudo se confunden. Cuando se habla de que Meta AI «comparte» tus prompts, no significa que vaya a publicar tus conversaciones privadas en tu perfil de Facebook. La principal cuestión se refiere al uso de esta información, de forma supuestamente anonimizada y agregada, para el entrenamiento interno de sus algoritmos.

Meta asegura que elimina los detalles personales identificables de las conversaciones antes de que sean revisadas o utilizadas para el entrenamiento. Un portavoz de la compañía declaró a la publicación especializada Tech Examiner que «la privacidad es fundamental en nuestro enfoque de la IA. Utilizamos información anonimizada para mejorar la utilidad y seguridad general del servicio para todos».

Por otro lado, está la acción explícita del usuario de compartir públicamente el contenido generado por la IA. Por ejemplo, si le pides a Meta AI que cree una imagen de «un astronauta montando a caballo en la Luna» y te gusta el resultado, tienes la opción de publicarla directamente en tus historias de Instagram o en tu muro de Facebook. Esta acción es voluntaria y es distinta del proceso de entrenamiento que ocurre en segundo plano.

Guía paso a paso para gestionar tu privacidad con Meta AI

Aunque la opción de uso de datos para entrenamiento suele venir activada por defecto (un modelo conocido como «opt-out»), Meta ofrece herramientas para gestionarla. Si prefieres que tus interacciones no se utilicen para mejorar los modelos de IA, sigue estos pasos:

  1. Accede a la configuración de IA: La forma más directa es a través del «Centro de Privacidad» de Meta. Sin embargo, también puedes encontrar estas opciones interactuando directamente con el asistente. Abre una conversación con Meta AI en cualquiera de las aplicaciones (Facebook, Instagram o WhatsApp).
  2. Busca la política de privacidad: Dentro del chat con la IA, puedes escribir una pregunta como «¿cómo usas mis datos?» o buscar un menú de configuración (generalmente representado por un icono de tres puntos o una «i» de información). Esto debería darte acceso a la «Política de Privacidad para la IA Generativa».
  3. Localiza el control de datos: En esta sección, busca un apartado con un título similar a «Cómo usa Meta la información para los modelos de IA generativa». Aquí es donde se encuentra la opción clave.
  4. Desactiva el uso para entrenamiento: Deberías encontrar un control que te permita oponerte a que tu información se use para mejorar la IA. Es posible que el texto diga algo como: «No usar mi información de IA generativa para entrenar modelos». Asegúrate de desactivar o marcar esta opción según tu preferencia.
  5. Revisa y elimina tu historial: Adicionalmente, Meta permite a los usuarios ver y eliminar sus interacciones pasadas con el asistente. En la misma sección de privacidad, busca una opción como «Actividad con la IA». Desde allí podrás revisar tus conversaciones y borrarlas, de forma similar a como se gestiona el historial de búsqueda en Google.

Es importante tener en cuenta que la interfaz y la ubicación exacta de estas opciones pueden variar ligeramente entre aplicaciones y según se actualice el software.

La postura de Meta y la visión de los expertos

Meta defiende su estrategia de recopilación de datos como un paso necesario para competir en la carrera de la inteligencia artificial y ofrecer un producto de alta calidad. La compañía ha invertido masivamente en este campo, con un gasto estimado que supera los 15.000 millones de dólares (unos 13.800 millones de euros) solo en el último año. Su argumento es que, sin datos del mundo real, los modelos de IA pueden estancarse o cometer errores peligrosos.

Sin embargo, expertos en privacidad critican el modelo «opt-out». La Dra. Sofía Navarro, investigadora en ética de la IA, señala que «el enfoque de activación por defecto va en contra del principio de privacidad desde el diseño. Los usuarios no deberían tener que buscar en menús complejos para proteger su información; la protección debería ser la norma, y compartir datos para entrenamiento, la excepción». Esta visión subraya una tensión constante entre la innovación tecnológica y el derecho fundamental a la privacidad.

Un estándar en la industria tecnológica

La práctica de Meta no es un caso aislado. Otros gigantes tecnológicos con asistentes de IA populares operan de manera similar. OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, también utiliza las conversaciones de los usuarios de su versión gratuita para entrenar sus modelos, aunque ofrece una opción para desactivarlo. Del mismo modo, Google utiliza interacciones con su IA, Gemini, para mejorar sus servicios, proporcionando igualmente controles de privacidad en el panel de actividad del usuario.

Este panorama revela que la era de la inteligencia artificial generativa ha traído consigo un nuevo contrato social digital. A cambio de la comodidad y las potentes capacidades de estas herramientas, se nos pide, a menudo de forma implícita, que contribuyamos con nuestros datos a su perfeccionamiento.

En definitiva, aunque Meta AI abre un abanico de posibilidades fascinantes, es responsabilidad de cada usuario informarse y ser proactivo. Conocer las herramientas de privacidad disponibles y dedicar unos minutos a configurar nuestras preferencias es un paso esencial para navegar con seguridad en este nuevo paradigma tecnológico.

Deja un comentario