El gigante tecnológico chino Huawei podría tener capacidad para fabricar aproximadamente 750.000 chips avanzados de inteligencia artificial Ascend 910C, a pesar de las restricciones impuestas por Estados Unidos. Así lo revela un reciente informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), que detalla cómo China está sorteando las sanciones tecnológicas occidentales.
La capacidad tecnológica de China frente a las sanciones
Según el informe del CSIS, el principal fabricante de chips de China, la Corporación Internacional de Manufactura de Semiconductores (SMIC), ha logrado superar un obstáculo crucial en la fabricación de semiconductores de 7 nanómetros. Este avance se ha producido gracias a la adquisición de herramientas estadounidenses de deposición y otros equipos para la fabricación de chips.
Aunque SMIC no puede competir directamente con la taiwanesa TSMC en la fabricación de chips de 7 nanómetros o más avanzados, el informe señala que su colaboración con Huawei podría generar un avance significativo en la tecnología EUV (litografía ultravioleta extrema). Esto sería posible gracias a los extensos recursos que ambas compañías están dedicando a superar las limitaciones tecnológicas actuales.
Es importante entender que la tecnología EUV es fundamental para la fabricación de los chips más avanzados del mundo, y hasta ahora ha sido un territorio dominado por empresas occidentales y taiwanesas, con la holandesa ASML como único fabricante de máquinas EUV a nivel mundial.
El suministro de chips Ascend y su producción
El informe del CSIS revela información sorprendente sobre el inventario de Huawei. Según fuentes gubernamentales citadas en el documento, antes de que se implementaran las sanciones estadounidenses, TSMC "fabricó más de 2 millones de chips Ascend 910B para Huawei". Dado que cada chip Ascend 910C combina dos unidades 910B, esto significa que la empresa china podría producir hasta un millón de estos avanzados chips de IA.
Sin embargo, el proceso de empaquetado (packaging) —que combina los dos chips 910B para crear un 910C— introduce defectos en la producción. Las fuentes industriales consultadas por el CSIS indican que "aproximadamente el 75% de los Ascend 910C sobreviven actualmente al proceso avanzado de empaquetado", lo que reduciría la cifra total a unos 750.000 chips funcionales.
Estos procesadores son fundamentales para el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial en China, especialmente ahora que las sanciones estadounidenses limitan el acceso del país a los chips más avanzados de fabricantes como NVIDIA.
Los planes de expansión de SMIC para la tecnología de 7nm
A pesar de que las sanciones impuestas por Estados Unidos y Países Bajos han impedido que SMIC adquiera equipos EUV para fabricar los chips más avanzados, la empresa china ha conseguido utilizar equipos DUV (litografía ultravioleta profunda) más antiguos para producir chips de 7 nanómetros.
¿Qué significa 7 nanómetros? Es una medida que indica la distancia entre los transistores dentro de un chip. Cuanto menor sea esta distancia, más transistores pueden empaquetarse en un mismo espacio, lo que permite chips más potentes y eficientes energéticamente.
Según el informe, SMIC planea expandir significativamente su producción de chips de 7nm. Las fuentes industriales consultadas por el CSIS afirman que "SMIC tenía como objetivo alcanzar 50.000 obleas por mes (WPM) de 7nm específicamente para finales de 2025". Con una tasa de rendimiento del 20% (porcentaje de chips totalmente funcionales), esta producción permitiría fabricar hasta 400.000 chips 910C al mes.
Lo más revelador es cómo SMIC ha conseguido el equipamiento necesario. Según informa Wccftech, las empresas chinas SiEn y Pensun vendieron a SMIC equipos de grabado, deposición e inspección/metrología que son necesarios para la producción de chips avanzados. La venta "se negoció en el cuarto trimestre de 2024 y se completó en el primer trimestre de 2025".
Estas empresas pudieron adquirir legalmente estos equipos por dos razones: primero, porque el equipamiento no estaba restringido para toda China como país, y segundo, porque SiEn y Pensun declararon a las empresas estadounidenses que el equipamiento se utilizaría exclusivamente para producir chips menos avanzados que 14 nm, aunque aparentemente no ha sido así.
La carrera de IA entre China y Estados Unidos
El informe del CSIS también analiza la irrupción de DeepSeek en la carrera de la inteligencia artificial y cómo las políticas del gobierno estadounidense pueden haber influido inesperadamente en el desarrollo de IA en China.
Las restricciones iniciales a la exportación de GPUs avanzadas obligaron a NVIDIA a crear versiones específicas para el mercado chino (A800 y H800) que cumplieran con las restricciones. El informe señala que NVIDIA modificó sus chips A100 "reduciendo su velocidad de interconexión (pero no su potencia de procesamiento) por debajo de los umbrales de rendimiento de control de exportación", creando así la línea de productos A800.
El resultado fue que las GPUs A800 específicas para China resultaron muy similares a las A100 restringidas, creando una demanda sustancial para estos productos alternativos.
Respecto a las alternativas locales, DeepSeek ha evaluado el software CANN de Huawei como alternativa al CUDA de NVIDIA (el lenguaje de programación especializado que permite aprovechar la potencia de las GPUs). Sin embargo, según el informe, la empresa de IA china no está impresionada con CANN y considera "que pasarían años antes de que la combinación de chips Ascend y software compatible con CANN fuera una alternativa viable".
Implicaciones para la competencia tecnológica global
El informe concluye con una advertencia: "todo el margen para una implementación descuidada de los controles de exportación o la tolerancia al contrabando de chips a gran escala ya ha sido consumido. No hay más tiempo que perder".
Esta situación pone de manifiesto la compleja batalla tecnológica que se está librando entre Estados Unidos y China. Mientras Washington intenta frenar el avance tecnológico de Pekín mediante sanciones y restricciones a la exportación, las empresas chinas están encontrando formas creativas y legales de sortear estas limitaciones, ya sea mediante la adquisición de equipamiento a través de terceros o el desarrollo de tecnologías propias.
La capacidad de Huawei para producir chips avanzados de IA, a pesar de las restricciones, demuestra los desafíos que enfrentan las políticas de control de exportación y sugiere que la brecha tecnológica entre China y Occidente podría estarse reduciendo más rápido de lo previsto en áreas críticas como la inteligencia artificial y la fabricación de semiconductores.