Un juez dictamina que Google violó la ley para mantener su monopolio publicitario

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Un juez dictamina que Google violó la ley para mantener su monopolio publicitario

Un juez federal ha dictaminado que Google violó las leyes antimonopolio al «adquirir y mantener deliberadamente poder monopolístico» en el mercado de tecnología publicitaria. Esta decisión podría tener graves consecuencias para el gigante tecnológico, incluyendo la posibilidad de que se vea obligado a dividir partes de su negocio publicitario, culminando así un proceso legal que comenzó hace dos años.

El fallo judicial y sus implicaciones

La jueza Leonie M. Brinkema determinó que Google infringió la Ley Sherman al monopolizar y vincular ilegalmente dos componentes clave de su infraestructura publicitaria: DFP (DoubleClick for Publishers) y AdX, su plataforma de intercambio de anuncios. Según el documento judicial emitido el jueves, el tribunal establecerá próximamente un calendario y una fecha de audiencia para determinar las soluciones apropiadas ante estas violaciones antimonopolio.

El fallo llega después de que el Departamento de Justicia de EE.UU., junto con ocho estados (California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island, Tennessee y Virginia), presentara una demanda contra Google en enero de 2023.

Sin embargo, no todas las acusaciones prosperaron. La jueza Brinkema señaló en su opinión que los demandantes no lograron demostrar que las «redes de anunciantes de display en web abierta» constituyan un mercado relevante donde Google tenga poder monopolístico. Estas redes ayudan a los anunciantes a comprar anuncios de display en toda la web abierta, fuera de ecosistemas cerrados como Facebook, Instagram y Google Search.

Posibles consecuencias para Google

Las consecuencias de este fallo podrían ser enormes para Google. Entre las posibles soluciones que el tribunal podría imponer se incluyen:

  1. Soluciones estructurales: Forzar a Google a dividir su negocio publicitario, como la venta de Google Ad Manager, que incluye tanto el intercambio de anuncios AdX como el servidor de anuncios DFP utilizado por los editores.
  2. Soluciones conductuales: Permitir a Google mantener su negocio intacto, pero imponiendo restricciones para garantizar una competencia justa, como prohibir que Google priorice su propio intercambio o demanda en las subastas.

Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, respondió al fallo en un comunicado: «Ganamos la mitad de este caso y apelaremos la otra mitad. El Tribunal determinó que nuestras herramientas para anunciantes y nuestras adquisiciones, como DoubleClick, no perjudican la competencia. No estamos de acuerdo con la decisión del Tribunal sobre nuestras herramientas para editores. Los editores tienen muchas opciones y eligen Google porque nuestras herramientas de tecnología publicitaria son simples, asequibles y efectivas».

Antecedentes del caso antimonopolio

La demanda del Departamento de Justicia argumentaba que Google logró su monopolio a través de conductas anticompetitivas, comenzando con la compra de DoubleClick en 2008, que luego se convirtió en la columna vertebral de su negocio publicitario. Posteriormente, Google adquirió AdMeld en 2011 para ganar más control sobre el lado de la oferta del mercado publicitario.

Según el gobierno estadounidense, estas adquisiciones permitieron a Google aumentar los precios de los anuncios y perjudicar a los editores al quedarse con una mayor parte de cada venta.

El juicio por este caso comenzó en septiembre de 2024 y duró tres semanas, con los argumentos finales presentados a finales de noviembre.

Un patrón de casos antimonopolio contra Google

Este no es el único caso antimonopolio que enfrenta Google. En otro proceso legal separado, otro juez federal determinó el año pasado que Google monopolizó ilegalmente el mercado general de búsqueda en internet. En ese caso, el juez aún no ha dictado las medidas correctivas, aunque se espera que lo haga a mediados de 2025.

Estos casos forman parte de un patrón más amplio de escrutinio antimonopolio dirigido a las grandes empresas tecnológicas en Estados Unidos durante los últimos años. Las autoridades reguladoras han mostrado una creciente preocupación por el poder de mercado de compañías como Google, Apple, Amazon y Meta.

Próximos pasos

Ahora que el tribunal ha emitido su fallo sobre la cuestión de la responsabilidad, el siguiente paso será determinar qué remedios se aplicarán para abordar las infracciones antimonopolio que ha cometido Google.

Los remedios estructurales, como obligar a Google a vender partes de su negocio publicitario, serían especialmente significativos, ya que representarían uno de los casos más importantes de ruptura corporativa por razones antimonopolio en décadas.

Por ahora, Google ha indicado que apelará la parte del caso que perdió, lo que sugiere que el proceso legal podría prolongarse durante varios años más antes de que se implementen soluciones definitivas.

Lo que está claro es que este fallo marca un punto de inflexión importante en la regulación de las grandes tecnológicas y podría sentar precedentes significativos para futuros casos antimonopolio en el sector tecnológico.

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