El Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos bajo la administración Trump continúa presionando para que Google sea dividido. Según una propuesta revisada presentada el viernes al juez federal Amit Mehta, el DOJ sigue recomendando que Google sea obligado a vender su navegador web Chrome y potencialmente también el sistema operativo Android, como castigo por ser un monopolista, tal como determinó el juez Mehta el año pasado, según informa The New York Times.
La propuesta revisada del DOJ
En su nuevo documento, el Departamento de Justicia califica a Google como "un gigante económico" que "ha negado a los usuarios un valor americano básico: la capacidad de elegir en el mercado". Para solucionar esta situación, el DOJ afirma que "Google debe desprenderse del navegador Chrome… para brindar la oportunidad a un nuevo competidor de operar una puerta de entrada significativa para buscar en internet".
El departamento también sigue recomendando que Google debe cambiar sus prácticas comerciales relacionadas con Android para permitir la competencia o, en su defecto, ser obligado a vender el sistema operativo. En la nueva propuesta, el DOJ eliminó una sugerencia anterior que permitía a la compañía vender Android en lugar de realizar estos cambios.
Ambas desinversiones formaban parte de la propuesta que el DOJ presentó el año pasado. Sin embargo, existían dudas sobre si la administración Trump mantendría esta línea dura, dado que las empresas tecnológicas han proporcionado "dinero y elogios" a Trump desde su elección, según The Verge.
Cambios en la nueva propuesta
Aunque la esencia de la propuesta se mantiene, el departamento ha flexibilizado su postura en algunos aspectos:
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Pagos a Apple: El DOJ ahora apoya permitir que Google pague a Apple por servicios no relacionados con búsquedas.
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Inversiones en IA: Ya no se exige que Google abandone sus inversiones en inteligencia artificial. En su lugar, según escribe el Times, el DOJ recomienda requerir que la compañía "notifique a funcionarios federales y estatales antes de proceder con inversiones en IA".
Estos ajustes representan un ligero suavizamiento de la postura original, manteniendo sin embargo las medidas más drásticas como la venta de Chrome y potencialmente Android.
La contrapropuesta de Google
Por su parte, Google presentó su propia propuesta que no incluye la venta de Chrome. En su lugar, la compañía sugiere que el tribunal imponga restricciones sobre los tipos de acuerdos que puede realizar, como prohibir que exija que un fabricante de teléfonos que licencia Google Play también preinstale otro software de Google, como la aplicación Google Search o Chrome.
Esta contrapropuesta busca evitar la medida más radical de tener que desprenderse de Chrome, que es uno de los activos más valiosos de Google y una importante puerta de entrada para su motor de búsqueda.
Contexto político
La persistencia del DOJ en mantener una postura firme contra Google bajo la administración Trump ha sorprendido a algunos observadores. El presidente Trump ha retrocedido en algunas regulaciones tecnológicas de la era Biden relacionadas con la seguridad de la IA y las criptodivisas, pero también ha sugerido que la amenaza de regulación puede ser útil para obtener los resultados que desea.
Esta dualidad en el enfoque de Trump hacia las empresas tecnológicas —combinando la desregulación en ciertos ámbitos con una postura firme en casos antimonopolio— refleja una política compleja hacia el sector tecnológico.
¿Qué sigue en el proceso?
Según el New York Times, se ha programado una audiencia sobre las propuestas para abril. En esta instancia, tanto el DOJ como Google presentarán sus argumentos ante el juez Mehta, quien tendrá la última palabra sobre qué medidas se implementarán.
La decisión final podría tener profundas implicaciones para el futuro de Google y para la forma en que operan las grandes empresas tecnológicas en Estados Unidos. Si el juez acepta la propuesta del DOJ, podríamos ver uno de los casos más significativos de división de una empresa tecnológica en la historia reciente.
Impacto potencial en el mercado
La posible venta forzada de Chrome, que cuenta con aproximadamente dos tercios de la cuota de mercado global de navegadores web, representaría un cambio sísmico en el panorama de internet. Chrome no solo es un navegador popular, sino también una herramienta estratégica que dirige tráfico hacia los servicios de búsqueda de Google.
De manera similar, Android, que alimenta más del 70% de los smartphones a nivel mundial, es un activo crucial para la estrategia móvil de Google. Cualquier cambio en la propiedad o en las prácticas comerciales relacionadas con Android podría alterar significativamente el ecosistema móvil.
Conclusión
A pesar del cambio de administración y la percepción de que Trump podría ser más favorable a las grandes empresas tecnológicas, el Departamento de Justicia mantiene una postura firme contra lo que considera prácticas anticompetitivas de Google. La batalla legal está lejos de terminar, y los próximos meses serán cruciales para determinar el futuro de una de las empresas tecnológicas más influyentes del mundo.
La audiencia de abril será un momento decisivo en este proceso, y tanto consumidores como competidores estarán atentos a una decisión que podría reconfigurar el panorama digital durante décadas.