El gigante sueco de los pagos aplazados, Klarna, se embarca en una ambiciosa transformación. Su cofundador y consejero delegado, Sebastian Siemiatkowski, ha revelado un plan estratégico para evolucionar la plataforma más allá de su conocido modelo «Compra ahora, paga después» (BNPL, por sus siglas en inglés) y convertirla en una «superapp» de compras. El motor de este cambio radical no es otro que la inteligencia artificial (IA), una tecnología que la compañía ya está utilizando con resultados notables y que pretende situar en el centro de toda su operativa.
La visión de Siemiatkowski es clara: quiere que Klarna deje de ser únicamente una opción de financiación en el momento de la compra para convertirse en un compañero indispensable en todo el proceso comercial del consumidor, desde el descubrimiento de productos hasta la gestión de las finanzas personales. Este giro estratégico llega en un momento crucial para la empresa, que busca consolidar su rentabilidad y diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo.
De los pagos aplazados al asistente de compras total
El término «superapp» se refiere a una aplicación móvil que aglutina múltiples servicios bajo un mismo paraguas. En el caso de Klarna, esto significa integrar un ecosistema completo de herramientas diseñadas para facilitar y mejorar la experiencia de compra. La idea es que los usuarios no solo acudan a Klarna para fraccionar un pago, sino para gestionar todo su ciclo de consumo.
Según los planes de la compañía, esta nueva versión de Klarna ofrecerá funciones avanzadas como:
- Recomendaciones hiperpersonalizadas: Utilizando la IA para analizar los hábitos de compra y las preferencias del usuario, la app ofrecerá sugerencias de productos a medida.
- Comparadores de precios inteligentes: Herramientas que buscarán automáticamente las mejores ofertas para un producto deseado en diferentes tiendas online.
- Gestión de presupuestos: Funcionalidades para que los usuarios puedan controlar sus gastos, establecer metas de ahorro y tomar decisiones financieras más informadas.
- Seguimiento de productos y alertas: Notificaciones sobre bajadas de precio de artículos guardados o disponibilidad de productos agotados.
El objetivo, en palabras de Siemiatkowski, es construir «el mejor asistente de compras del mundo, uno que te conozca mejor que nadie y te ayude a ahorrar tiempo y dinero». Este enfoque pretende aumentar drásticamente la interacción del usuario con la aplicación, convirtiéndola en una herramienta de uso diario.
La inteligencia artificial como pilar estratégico
La confianza de Klarna en esta transición se apoya en el éxito tangible que ya ha obtenido con la inteligencia artificial. La compañía ha sido una de las primeras en adoptar a gran escala la IA generativa en su servicio de atención al cliente. A principios de este año, lanzó un asistente virtual desarrollado en colaboración con OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT.
Los resultados han sido contundentes. Según información publicada por la propia empresa, el asistente de IA ya gestiona dos tercios de todas las conversaciones de atención al cliente, lo que equivale al trabajo de 700 agentes a tiempo completo. Además, la compañía asegura que ha mejorado los índices de satisfacción del cliente y ha reducido el tiempo de resolución de consultas a menos de dos minutos.
Este éxito ha validado la IA como un pilar fundamental para el futuro de Klarna. La tecnología no solo se ve como una herramienta para optimizar costes, sino como el núcleo que permitirá desarrollar la experiencia personalizada que define a la «superapp». La empresa ha anunciado una congelación en la contratación de personal no técnico, redirigiendo sus recursos a la captación de talento especializado en IA para acelerar este desarrollo.
Un nuevo rumbo en un mercado competitivo
La decisión de Klarna de reinventarse no es casual. El sector del «Compra ahora, paga después» ha experimentado una enorme popularidad, pero también ha atraído a competidores de gran calibre. Gigantes como Apple, con su servicio Apple Pay Later, y PayPal, con su opción «Paga en 3 plazos», han entrado con fuerza en el mercado, aumentando la presión sobre los actores establecidos.
Este cambio estratégico permite a Klarna diferenciarse, ofreciendo un valor añadido que va más allá de la simple financiación. Al posicionarse como un asistente de compras integral, la empresa busca crear un ecosistema propio del que los usuarios no quieran salir, fidelizándolos a través de la utilidad y la personalización.
El camino hacia la rentabilidad y una posible salida a bolsa
La trayectoria financiera de Klarna ha sido una montaña rusa. En 2021, en pleno auge de las tecnológicas, alcanzó una valoración estratosférica de 45.600 millones de dólares (aproximadamente 42.000 millones de euros). Sin embargo, la corrección del mercado y las dudas sobre la rentabilidad del modelo BNPL provocaron que su valoración se desplomara hasta los 6.700 millones de dólares (unos 6.200 millones de euros) en su ronda de financiación de 2022.
No obstante, la compañía ha trabajado intensamente para revertir la situación. La apuesta por la eficiencia, impulsada en gran medida por la IA, ha dado sus frutos. Klarna anunció recientemente su primer trimestre rentable después de casi cuatro años, un hito que demuestra la viabilidad de su modelo de negocio ajustado.
Este retorno a la rentabilidad, combinado con la nueva y ambiciosa visión de la «superapp», alimenta las especulaciones sobre una inminente Oferta Pública de Venta (OPV). Presentarse ante los inversores no solo como una empresa de pagos, sino como una tecnológica de vanguardia con un plan de crecimiento basado en la IA, podría ser la clave para una salida a bolsa exitosa y para consolidar su posición como líder en el futuro del comercio electrónico.
