Mattel y OpenAI se alían para revolucionar el mundo del juguete con IA generativa

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Mattel, la icónica compañía juguetera detrás de Barbie, y OpenAI, el laboratorio de investigación líder en inteligencia artificial, han anunciado una alianza estratégica para integrar la IA generativa en el proceso de creación de juguetes y otros productos de entretenimiento. Este acuerdo, pionero en la industria del juguete, promete transformar no solo la forma en que se diseñan los productos, sino también cómo los fans interactúan con marcas legendarias como Hot Wheels, Polly Pocket y, por supuesto, la propia Barbie.

La colaboración marca un nuevo hito para OpenAI, que hasta ahora había centrado sus alianzas en medios de comunicación y grandes empresas de software. Al asociarse con un gigante del entretenimiento como Mattel, la firma de IA consolida su estrategia de expandir su tecnología a todos los rincones de la industria, abriendo la puerta a un futuro donde los juguetes podrían ser más inteligentes, interactivos y personalizados que nunca.

Una alianza para reinventar el juego

Aunque los detalles específicos del acuerdo son todavía escasos, ambas compañías han confirmado que su primer «producto impulsado por IA» se anunciará a finales de este año. La colaboración no se limitará a la creación de nuevos juguetes, sino que abarcará una amplia gama de productos y experiencias, con un firme compromiso por la seguridad y la privacidad.

«Como parte central de esta colaboración, Mattel y OpenAI pondrán énfasis en la seguridad, la privacidad y la protección en los productos y experiencias que lleguen al mercado», afirmó Mattel en un comunicado oficial.

Josh Silverman, director de Franquicias de Mattel, ofreció más pistas sobre el alcance del proyecto. En declaraciones a Bloomberg, explicó que el resultado de la colaboración se verá «en todo el espectro de productos físicos y algunas experiencias». Silverman también aclaró que Mattel no está licenciando su propiedad intelectual a OpenAI, lo que significa que la juguetera mantendrá el control creativo total sobre los productos que se desarrollen.

Además de la creación de nuevos productos, el acuerdo permitirá a los empleados de Mattel utilizar herramientas de OpenAI como ChatGPT Enterprise para «mejorar el desarrollo de productos y la ideación creativa». Esto podría acelerar significativamente los procesos internos, desde el diseño de un nuevo coche de Hot Wheels hasta la escritura de un guion para la próxima película de la compañía.

«La IA tiene el poder de expandir nuestra misión y ampliar el alcance de nuestras marcas de formas nuevas y emocionantes», añadió Silverman en el comunicado. «Nuestro trabajo con OpenAI nos permitirá aprovechar nuevas tecnologías para consolidar nuestro liderazgo en innovación y reimaginar nuevas formas de juego».

Más allá de Barbie: el imperio de entretenimiento de Mattel se digitaliza

Esta alianza llega en un momento de plena transformación para Mattel. Tras el éxito arrollador de la película «Barbie» en 2023, la compañía está decidida a exprimir al máximo su vasto catálogo de propiedades intelectuales. Actualmente, tiene en desarrollo películas basadas en juguetes tan populares como Hot Wheels, Polly Pocket, el dinosaurio Barney, el juego de cartas UNO y Masters of the Universe.

La IA generativa podría jugar un papel crucial en esta estrategia, agilizando la creación de guiones, storyboards o incluso generando conceptos visuales para estas nuevas producciones. Además, Mattel está apostando fuerte por el mundo digital. Según el informe de resultados del primer trimestre de la compañía, se espera el lanzamiento de su primer videojuego autopublicado en 2026, un campo donde la IA de OpenAI también podría tener un impacto significativo.

La doble cara de la IA: innovación frente a riesgos de privacidad y competencia

Sin embargo, la rápida expansión de la IA no está exenta de controversias y desafíos. Mientras empresas como Mattel y OpenAI exploran nuevas fronteras creativas, otras noticias del sector ponen de manifiesto los riesgos asociados a esta tecnología.

Un ejemplo claro es el reciente calificativo de «desastre de privacidad» que ha recibido la nueva aplicación independiente Meta AI. Según el artículo de TechCrunch, la aplicación permite que las conversaciones de los usuarios con el chatbot se publiquen de forma pública sin que muchos se den cuenta. Se han documentado casos de personas preguntando sobre evasión de impuestos, compartiendo datos personales o haciendo consultas embarazosas que quedan expuestas a la vista de todos. Este caso subraya la importancia del enfoque en la seguridad y la privacidad que Mattel y OpenAI han prometido para sus productos.

La competencia en el campo de la IA también es feroz, y la lucha por el talento y la propiedad intelectual está llegando a los tribunales. En un movimiento que refleja la tensión del sector, Tesla ha demandado a un antiguo ingeniero de su programa de robótica humanoide, Optimus. La compañía automotriz acusa a Zhongjie «Jay» Li de robar secretos comerciales sobre sensores para manos robóticas y utilizarlos para fundar una startup rival, Proception, que además ha recibido el respaldo de la prestigiosa aceleradora Y Combinator. Este tipo de disputas evidencia el enorme valor que tienen los avances en IA y los extremos a los que llegan las empresas para proteger su tecnología.

La carrera por una IA más eficiente y accesible

A pesar de los desafíos, la innovación en el campo de la inteligencia artificial avanza a un ritmo vertiginoso, buscando no solo crear modelos más potentes, sino también más eficientes y económicos. En esta carrera destaca una startup española, Multiverse Computing, que acaba de protagonizar una de las noticias del sector.

Según informa TechCrunch, Multiverse Computing ha recaudado 215 millones de dólares (aproximadamente 189 millones de euros) en una ronda de financiación de Serie B. El motivo de este enorme interés inversor es su tecnología «CompactifAI», inspirada en la computación cuántica. Esta herramienta es capaz de comprimir grandes modelos de lenguaje (LLM), como los que impulsan a ChatGPT, reduciendo su tamaño hasta en un 95% sin afectar a su rendimiento.

Esta compresión no solo reduce drásticamente los costes de operación (entre un 50% y un 80%), sino que permite que estos potentes modelos de IA se ejecuten en dispositivos mucho más pequeños y con menos recursos, como ordenadores personales, móviles o incluso drones. Con clientes como Bosch o el Banco de Canadá, esta empresa con sede en San Sebastián está demostrando que el futuro de la IA también pasa por hacerla más ligera y accesible para todos.

El anuncio de Mattel y OpenAI es, por tanto, una pieza más en el complejo puzle de la inteligencia artificial: un mundo de oportunidades creativas sin precedentes, pero también de importantes desafíos éticos y una competencia encarnizada, donde la innovación constante sigue siendo la clave del juego.

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