La empresa de inteligencia artificial xAI, fundada por Elon Musk, se encuentra en el centro de una controversia en Memphis, Tennessee, debido a las emisiones contaminantes de las turbinas de gas que alimentan su supercomputador "Colossus". Según documentos obtenidos por The Commercial Appeal, la compañía planea continuar utilizando 15 turbinas de gas que superan los límites de emisiones establecidos por la EPA.
El proyecto y sus implicaciones
xAI ha solicitado un permiso de operación al Departamento de Salud del Condado de Shelby para el uso ininterrumpido de las turbinas desde junio de 2025 hasta junio de 2030. Lo más preocupante es que estas instalaciones ya han estado funcionando desde el verano de 2024 sin la debida supervisión pública.
Impacto ambiental significativo
Las 15 turbinas, que tienen 20 años de antigüedad, emiten contaminantes atmosféricos peligrosos (HAP, por sus siglas en inglés) en niveles que exceden el límite establecido por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos. Según los documentos:
- Cada turbina emite 11.51 toneladas de HAP al año
- El límite de la EPA es de 10 toneladas anuales por fuente única
- Aproximadamente 22,000 personas viven en un radio de 5 millas de la instalación
Preocupaciones de la comunidad
Eric Hilt, portavoz del Southern Environmental Law Center, una importante organización ambiental sin fines de lucro, ha expresado su preocupación por la falta de transparencia. "Es otro ejemplo de que la empresa no está siendo transparente con la comunidad ni con los líderes locales", declaró Hilt a The Commercial Appeal.
Situación actual de los permisos
El Departamento de Salud del Condado de Shelby ha confirmado que los permisos solicitados por xAI aún no han sido aprobados. La agencia ha indicado que no existe un cronograma establecido para su aprobación, lo que mantiene el proyecto en un estado de incertidumbre.
Implicaciones para la comunidad
La situación plantea importantes preguntas sobre el equilibrio entre el desarrollo tecnológico y la salud pública. La presencia de formaldehído entre los contaminantes emitidos y el hecho de que las turbinas hayan estado operando sin la debida supervisión ha generado preocupación entre los residentes locales y los grupos ambientalistas.
Próximos pasos
Mientras la comunidad espera la decisión sobre los permisos, crece la presión para que xAI aborde las preocupaciones ambientales y de salud pública. La situación destaca la necesidad de un mayor escrutinio público y regulatorio sobre las instalaciones de alta tecnología y su impacto en las comunidades locales.
El caso del supercomputador "Colossus" podría sentar un precedente importante sobre cómo se gestionan los centros de datos de alta potencia y sus efectos ambientales en áreas pobladas.