Meta ha introducido una nueva función para su aplicación de inteligencia artificial que transforma lo que hasta ahora era una experiencia privada en un espectáculo público. Este nuevo feed social de Meta AI permite a los usuarios compartir sus interacciones con la IA, pero según The Verge, el resultado es algo así como "una pesadilla".
La reinvención social de la experiencia con IA
Hasta hace poco, las interacciones con chatbots de inteligencia artificial como ChatGPT, Claude o Gemini han sido en su mayoría experiencias privadas: el usuario hace una pregunta, recibe una respuesta y esta conversación queda entre el usuario y la máquina. Meta ha decidido romper este paradigma.
En el nuevo feed social de Meta AI, los usuarios pueden compartir públicamente los resultados de sus interacciones con la IA con apenas un par de clics. Según Connor Hayes, vicepresidente de producto de Meta, la compañía añadió este aspecto social para "mostrar a los principiantes cómo pueden usar la IA", según declaró a The Verge.
Sin embargo, la realidad es que el feed parece más bien "un microcosmos fascinante de la experiencia humano-IA y, específicamente, de cómo tan pocas personas saben qué hacer con la IA generativa", según explica Victoria Song en su análisis para The Verge.
Un escaparate caótico de creaciones aleatorias
Al navegar por el feed de Meta AI, se encuentra una curiosa mezcla de contenido dominada por experimentos de generación de imágenes. Desde salas de estar surrealistas hechas de caramelos hasta "bellezas asiáticas con energía de chica mala", el contenido varía enormemente en calidad y propósito.
Lo más llamativo es que el feed parece confirmar las críticas de los escépticos de la IA en lugar de demostrar su utilidad. Por ejemplo, hay un prompt donde un usuario pide a Meta AI que imagine una habitación -cualquier tipo de habitación- sin un payaso en ella. El resultado: una imagen de un payaso perturbador sentado en un sofá.
En otro ejemplo, alguien solicita una ilustración estilo Jackson Pollock de flores de cerezo que no se parece en absoluto al estilo de Pollock. Estos fallos, lejos de ser ocultados, están expuestos públicamente para que todos los vean.
Además, el feed sufre de problemas técnicos similares a las primeras versiones de Threads: recicla constantemente el mismo contenido. La periodista menciona haber visto las publicaciones de un usuario con desfiles de moda temáticos de comida "al menos una docena de veces".
Cuando lo privado se hace público
Uno de los aspectos más extraños del feed es cómo expone conversaciones que normalmente serían privadas. Victoria Song describe la experiencia de navegar por el feed como "fisgonear en pensamientos que no estabas destinado a ver u oír".
Por ejemplo, menciona un prompt donde parece que alguien está buscando validación de la IA sobre su decisión de invertir en Bitcoin, algo que se asemeja más a una sesión de terapia que a una interacción que normalmente se compartiría públicamente.
Es importante señalar que compartir en Meta AI no es accidental: requiere hacer clic deliberadamente en un botón de compartir y luego confirmar en una ventana separada. Aun así, algunas de las publicaciones hacen cuestionar por qué los usuarios quieren que otros vean ciertos tipos de interacciones.
El futuro social de la IA
Meta no es la única empresa explorando esta dirección. OpenAI está supuestamente trabajando en su propia versión para ChatGPT, y el chatbot Grok de Elon Musk ahora está disponible para todos los usuarios de X, "te guste o no".
La lógica detrás de estas funciones sociales es comprensible: crear contenido compartible puede generar tendencias virales que, a su vez, podrían atraer a más personas a probar la IA. Sin embargo, como señala la autora del artículo, el desafío está en dar a la persona promedio —no a los primeros adoptantes o evangelistas tecnológicos— suficientes razones para quedarse.
Una ventana a los límites actuales de la IA
Quizás lo más revelador del feed social de Meta AI es cómo expone las limitaciones actuales de la inteligencia artificial. En lugar de mostrar casos de uso impresionantes o transformadores, el feed está lleno de experimentos aleatorios que a menudo fallan en cumplir las expectativas.
Como resume Victoria Song: "Tomado en conjunto, el feed social se siente más como un póster de todas las quejas que la gente tiene sobre la IA", en lugar de una demostración convincente de sus capacidades.
Para los escépticos de la IA, el feed podría servir como evidencia de que estas tecnologías todavía están lejos de ser verdaderamente útiles o transformadoras para el usuario promedio. Para Meta, representa un intento interesante pero problemático de socializar una experiencia que hasta ahora había sido principalmente privada.
Lo que queda claro es que, si bien Meta ha logrado crear un espacio social para la IA, aún no ha logrado demostrar convincentemente por qué el usuario promedio debería involucrarse con él más allá de la novedad inicial.
Como concluye la autora del artículo original, no está convencida de que "un flujo constante de salas de estar surrealistas hechas de caramelos" sea lo que finalmente convencerá a las personas escépticas a darle una oportunidad a la IA.
