La gigante tecnológica Microsoft está moderando significativamente sus planes de expansión en infraestructura para inteligencia artificial, según un tercer informe de Bloomberg que detalla recortes en sus proyectos de centros de datos. Esta decisión llega en un momento de turbulencia en los mercados bursátiles globales, motivada en parte por los aranceles del presidente Trump que comienzan a entrar en vigor.
Microsoft mantiene su inversión actual pero frena planes futuros
Aunque Microsoft afirma que mantendrá su inversión de aproximadamente 80.000 millones de dólares (unos 74.000 millones de euros) en centros de datos durante este año fiscal, la compañía ha reconocido que el crecimiento se desacelerará después de este periodo. Según el informe de Bloomberg, la empresa está cambiando su enfoque: en lugar de construir nuevas instalaciones, se concentrará en equipar la infraestructura existente con servidores y equipamiento para IA.
Este cambio de estrategia plantea interrogantes sobre las perspectivas a largo plazo de Microsoft respecto al mercado de la inteligencia artificial, especialmente considerando la agresiva inversión que había realizado hasta ahora en este sector.
Proyectos cancelados o pausados en múltiples regiones
El informe de Bloomberg revela que Microsoft ha abandonado o pausado proyectos de centros de datos en varias regiones del mundo:
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Reino Unido: La empresa se retiró de un posible arrendamiento cerca de Cambridge que estaba destinado a albergar avanzados chips Nvidia.
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Indonesia: Partes de un campus de centro de datos ubicado a una hora de Yakarta han sido puestas en espera.
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Dakota del Norte (EE.UU.): Las negociaciones con un posible inquilino se prolongaron tanto que Microsoft perdió la exclusividad.
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Wisconsin (EE.UU.): La expansión también se ha ralentizado en esta zona, donde la compañía ya había invertido 262 millones de dólares (unos 242 millones de euros) en construcción, incluyendo casi 40 millones de dólares (aproximadamente 37 millones de euros) solo en hormigón.
Además, Microsoft recientemente se retiró de un plan para arrendar 12.000 millones de dólares (unos 11.100 millones de euros) adicionales de capacidad de centro de datos de CoreWeave. Curiosamente, OpenAI intervino para cubrir ese vacío, aunque dado que Microsoft es el mayor financiador de OpenAI, probablemente utilizó el propio dinero de Microsoft para hacerlo.
Posibles razones para la desaceleración
Entre las posibles razones para esta cautela destaca la evidencia de que las cargas de trabajo de IA están resultando menos intensivas computacionalmente de lo que se esperaba inicialmente. Este fenómeno se debe en parte al "efecto DeepSeek", nombrado así por la startup china de IA que demostró que se puede lograr un rendimiento comparable al de OpenAI con muchos menos recursos.
Este descubrimiento ha llevado a algunos inversores a cuestionar si se puede justificar el ritmo actual de construcción de infraestructura para IA, especialmente considerando las inmensas inversiones realizadas en los últimos dos años.
El panorama global de centros de datos
La situación no es exclusiva de Microsoft. Un informe separado de MIT Technology Review muestra la escala de sobrecapacidad en China, donde el gobierno aceleró más de 500 proyectos de construcción de centros de datos, con al menos 150 completados para finales de 2024. Sin embargo, se estima que aproximadamente el 80% de estos nuevos recursos para centros de datos de IA permanecen sin utilizar.
Estos desarrollos sugieren que las ambiciones de las grandes tecnológicas respecto a centros de datos pueden estar superando la demanda actual de servicios de IA, lo que comienza a generar cautela entre inversores y expertos de la industria.
Un mercado de IA en proceso de maduración
La decisión de Microsoft de moderar sus inversiones en infraestructura para IA podría interpretarse como un signo de que el mercado está entrando en una fase más madura. Tras la explosión inicial provocada por el lanzamiento de ChatGPT y otras herramientas de IA generativa, parece que ahora las empresas están evaluando con más cautela las necesidades reales de procesamiento.
Esta reevaluación no significa necesariamente que Microsoft esté reduciendo su compromiso con la inteligencia artificial, sino que podría estar optimizando sus recursos para maximizar la eficiencia. De hecho, la empresa ha demostrado repetidamente su apuesta por la IA, integrándola en prácticamente todos sus productos y servicios.
Sin embargo, estos movimientos podrían indicar que las expectativas iniciales sobre la cantidad de infraestructura necesaria para ejecutar modelos de IA han sido sobrestimadas. La eficiencia demostrada por empresas como DeepSeek sugiere que los avances en la optimización de modelos de IA podrían reducir significativamente los requisitos de hardware en el futuro.
Implicaciones para el mercado global
Las decisiones de Microsoft tienen importantes implicaciones para el mercado global de tecnología. Como una de las empresas líderes en el sector, sus movimientos son observados de cerca por competidores, inversores y analistas.
La desaceleración en la inversión en centros de datos podría indicar una recalibración más amplia en el sector tecnológico, especialmente en lo que respecta a las expectativas sobre el crecimiento de la IA. Esto podría llevar a otras empresas a reevaluar también sus propios planes de expansión.
Además, esta situación plantea preguntas sobre la sostenibilidad económica de los modelos de negocio basados en IA. Si bien la inteligencia artificial sigue siendo vista como un campo con enorme potencial, las empresas están empezando a considerar más detenidamente los costes asociados con su implementación a gran escala.
Perspectivas futuras
A pesar de esta aparente desaceleración, Microsoft continúa siendo uno de los principales inversores en tecnología de IA. Su colaboración con OpenAI sigue siendo estratégica y la integración de capacidades de IA en sus productos continúa avanzando.
La cuestión clave será si esta moderación en la inversión en infraestructura física representa un ajuste temporal o una tendencia a largo plazo. Si otras grandes empresas tecnológicas siguen un camino similar, podríamos estar presenciando un reajuste significativo en la forma en que la industria aborda el desarrollo y despliegue de la IA.
En cualquier caso, estos desarrollos subrayan la naturaleza cambiante y aún en evolución del ecosistema de la inteligencia artificial. A medida que la tecnología madura, es probable que veamos más ajustes en la forma en que las empresas asignan recursos a este campo emergente.
La prudencia de Microsoft podría simplemente reflejar un enfoque más meditado hacia la expansión de la IA, basado en una evaluación realista de las necesidades actuales del mercado, en lugar de proyecciones excesivamente optimistas sobre el crecimiento futuro.