Nvidia ha declarado que cumple «al pie de la letra» con las leyes de exportación estadounidenses, un día después de anunciar que incurrirá en costos de 5.500 millones de dólares (aproximadamente 5.100 millones de euros) debido a la cancelación de pedidos de su chip H20, cuya venta a China ha sido restringida por el gobierno de Estados Unidos.
«El gobierno de EE.UU. instruye a las empresas estadounidenses sobre lo que pueden vender y dónde. Nosotros seguimos las directrices del gobierno al pie de la letra», afirmó un representante de Nvidia en un comunicado, según informó CNBC.
La respuesta de Nvidia ante las nuevas restricciones
La declaración de Nvidia fue emitida en respuesta a una investigación abierta por un comité selecto de la Cámara de Representantes centrado en las amenazas a la seguridad nacional provenientes de China. Este comité inició el miércoles una investigación sobre las ventas de la compañía tecnológica al gigante asiático.
El H20 fue introducido por Nvidia después de que la administración Biden restringiera las exportaciones de chips de IA en 2022. Se trataba de una versión con rendimiento limitado diseñada específicamente para cumplir con los controles de exportación estadounidenses. Sin embargo, el comité del Congreso señaló el miércoles que la venta de chips H20 durante el último año había sido efectivamente un «vacío legal».
Como consecuencia de estas restricciones y la incertidumbre generada, las acciones de Nvidia se desplomaron casi un 7% durante la sesión del miércoles.
El contexto de las restricciones de exportación
La tensión entre Estados Unidos y China en el ámbito tecnológico ha ido en aumento en los últimos años, especialmente en lo referente a tecnologías consideradas estratégicas como la inteligencia artificial. Los chips de Nvidia dominan el mercado de aplicaciones de IA, y algunos de ellos fueron utilizados por la empresa china DeepSeek para construir su modelo R1, que causó un importante impacto en los mercados en enero.
Las nuevas restricciones forman parte de una política más amplia de Washington para limitar el acceso de China a tecnologías avanzadas de semiconductores que podrían utilizarse con fines militares o de seguridad nacional.
La defensa de Nvidia de su posición
En su comunicado, Nvidia no se limitó a asegurar que cumple con las regulaciones, sino que también defendió la importancia de su negocio para la economía estadounidense:
«NVIDIA protege y mejora la seguridad nacional al crear puestos de trabajo e infraestructura en EE.UU., promover el liderazgo tecnológico estadounidense, aportar miles de millones de dólares en ingresos fiscales al tesoro de EE.UU. y aliviar el enorme déficit comercial estadounidense», señaló la compañía en su declaración.
Este último punto hace referencia directa a la razón declarada por el presidente Trump para introducir aranceles a principios de este mes, mostrando cómo Nvidia está adaptando su discurso para alinearse con las preocupaciones de la actual administración.
La empresa también argumentó que «la industria tecnológica apoya a Estados Unidos cuando exporta a empresas conocidas en todo el mundo; si el gobierno pensara lo contrario, nos lo indicaría».
La cuestión de Singapur y las ventas indirectas
Otro aspecto que ha generado controversia es el papel de Singapur en las operaciones de Nvidia. El gobierno estadounidense está investigando si los envíos de chips restringidos a China pasaron a través de este país asiático, que representa el segundo mercado más grande de Nvidia por dirección de facturación, con ventas de casi 24.000 millones de dólares (aproximadamente 22.300 millones de euros) en el último año fiscal de la compañía.
Ante esto, Nvidia aclaró el miércoles que sus ingresos procedentes de Singapur indican ventas con dirección de facturación en dicho país, a menudo destinadas a filiales de clientes estadounidenses.
«Los productos asociados se envían a otros lugares, incluidos Estados Unidos y Taiwán, no a China», explicó la compañía.
El futuro de Nvidia bajo las nuevas restricciones
El panorama para Nvidia no parece que vaya a mejorar en el corto plazo. Además de las restricciones actuales y la investigación del Congreso, la empresa enfrentará limitaciones adicionales sobre lo que puede exportar a partir del próximo mes, bajo las denominadas «reglas de difusión de IA» propuestas inicialmente por la administración Biden.
Estas nuevas reglas buscan controlar la propagación de tecnologías de IA avanzadas a países considerados adversarios por Estados Unidos, lo que podría complicar aún más la estrategia internacional de Nvidia.
Impacto en el mercado y el sector tecnológico
La situación de Nvidia es un reflejo de las crecientes tensiones geopolíticas en el sector tecnológico y cómo estas están impactando a empresas globales. El cargo de 5.500 millones de dólares anunciado por la cancelación de pedidos del H20 es una muestra clara del coste económico que estas políticas pueden tener para las empresas tecnológicas estadounidenses.
Analistas como Dan Niles, de Niles Investment, han sugerido que este impacto financiero podría ser una señal de que «la fase de digestión de la IA está aquí», indicando un posible enfriamiento del boom de la inteligencia artificial que ha impulsado a Nvidia a valoraciones récord en los últimos dos años.
A pesar de estos obstáculos, Nvidia sigue siendo el líder indiscutible en el mercado de chips para IA, una posición que ha construido gracias a años de inversión en investigación y desarrollo. La cuestión ahora es cómo navegará la empresa en este complejo entorno regulatorio mientras mantiene su ventaja competitiva y su capacidad de innovación.
Las decisiones que tome Nvidia y la forma en que evolucionen las restricciones comerciales entre Estados Unidos y China tendrán implicaciones significativas no solo para la empresa, sino para todo el ecosistema tecnológico global y el futuro desarrollo de la inteligencia artificial.
