El recién elegido Papa León XIV ha explicado que la inteligencia artificial (IA) fue uno de los motivos principales para la elección de su nombre papal. Durante su primer discurso formal ante el Colegio de Cardenales, el Sumo Pontífice estableció un paralelismo histórico entre los desafíos que presentó la revolución industrial en el siglo XIX y los que plantea actualmente el desarrollo de la inteligencia artificial.
Un paralelismo histórico entre la revolución industrial y la era de la IA
En su discurso, cuya traducción ha sido publicada por el Vaticano, el Papa León XIV explicó que eligió su nombre en referencia directa al Papa León XIII, quien lideró la Iglesia Católica durante los albores de la revolución industrial y abordó sus consecuencias sociales en su histórica encíclica "Rerum Novarum".
"Elegí tomar el nombre de León XIV. Hay diferentes razones para esto, pero principalmente porque el Papa León XIII en su histórica Encíclica Rerum Novarum abordó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial", señaló el Pontífice según la traducción citada por The Verge.
El nuevo Papa continuó estableciendo el paralelismo con la actualidad: "En nuestros días, la Iglesia ofrece a todos el tesoro de su doctrina social en respuesta a otra revolución industrial y a los desarrollos en el campo de la inteligencia artificial que plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo".
Esta declaración representa un claro mensaje sobre la visión que tiene el Santo Padre sobre los retos tecnológicos contemporáneos, equiparándolos en importancia a los que supuso la industrialización hace más de un siglo.
La creciente preocupación del Vaticano por la inteligencia artificial
La mención a la inteligencia artificial por parte del Papa León XIV no surge de manera aislada, sino que se enmarca en una preocupación creciente de la Santa Sede por esta tecnología. En enero de 2025, el Vaticano publicó un extenso documento donde reflexionaba sobre la IA, sus limitaciones, su relación con la verdad y las consideraciones éticas que deben guiar su desarrollo y uso.
Este documento no hacía sino continuar una línea ya iniciada por el Papa Francisco, quien un año antes había emitido una advertencia sobre el potencial de la inteligencia artificial para generar "narrativas parcial o completamente falsas, que se creen y difunden como si fueran verdaderas".
La preocupación por las implicaciones éticas y sociales de la IA ha sido una constante en las declaraciones vaticanas de los últimos años, pero el hecho de que el nuevo Pontífice haya decidido incorporar esta temática como parte central de su identidad papal sugiere una intensificación del interés de la Iglesia por este asunto.
Un indicador de las prioridades del nuevo pontificado
Que el Papa León XIV haya mencionado explícitamente la inteligencia artificial como uno de los motivos para la elección de su nombre papal tiene un significado profundo para el rumbo que podría tomar su pontificado.
Si bien el Papa Francisco ya había establecido la postura de la Iglesia Católica respecto a la IA, la decisión de su sucesor de vincular su identidad papal a este tema sugiere que la revolución tecnológica y sus consecuencias éticas, sociales y humanas serán uno de los ejes centrales de su magisterio.
Como señala el artículo de The Verge: "Si el Papa Francisco estableció cómo se siente la Iglesia Católica respecto a la IA, el hecho de que el Papa León XIV lo cite como una razón principal para su nombre sugiere que será una parte aún más importante del enfoque de la Iglesia durante su papado".
La doctrina social de la Iglesia ante los nuevos desafíos tecnológicos
La referencia a la encíclica "Rerum Novarum" no es casual. Este documento, publicado en 1891 por León XIII, representó la primera toma de posición oficial de la Iglesia frente a las transformaciones sociales y económicas derivadas de la industrialización. Estableció las bases de lo que luego se conocería como la Doctrina Social de la Iglesia, abordando cuestiones como los derechos de los trabajadores, la propiedad privada y la justicia social.
Al evocar este precedente, el Papa León XIV parece sugerir que la Iglesia Católica está preparándose para desarrollar una reflexión similar ante la revolución tecnológica actual, adaptando sus principios éticos y morales a los desafíos que plantea la inteligencia artificial.
Entre las preocupaciones que la Iglesia podría abordar destacan la protección de la dignidad humana frente a la automatización, el impacto de los algoritmos en la toma de decisiones que afectan a las personas, las consecuencias laborales de la automatización, y los riesgos asociados a la desinformación y la manipulación mediante tecnologías basadas en IA.
Continuidad y novedad en el enfoque papal
La decisión del Papa León XIV representa tanto continuidad como novedad en el enfoque de la Iglesia ante los avances tecnológicos. Por un lado, mantiene la línea de preocupación ya expresada por su predecesor; por otro, eleva esta cuestión a un nivel simbólico sin precedentes al incorporarla como parte de su identidad papal.
Esta elección refleja también la estrategia histórica de la Iglesia Católica de adaptarse a los tiempos sin renunciar a sus principios fundamentales, procurando ofrecer una guía moral en momentos de transformación social acelerada.
En un contexto en que la inteligencia artificial está modificando rápidamente numerosos aspectos de la vida humana y planteando dilemas éticos de gran calado, el gesto del Papa León XIV sugiere que la Iglesia pretende participar activamente en el debate global sobre los límites y la orientación que debe tener el desarrollo tecnológico.
Se espera que en los próximos meses o años, el pontificado de León XIV pueda concretarse en nuevos documentos doctrinales, iniciativas educativas o pronunciamientos oficiales que desarrollen una postura católica más elaborada sobre la inteligencia artificial y su impacto en la humanidad.