La mayoría de la gente piensa que la intensidad es la clave para lograr grandes objetivos, pero Jerry Seinfeld no estaría de acuerdo. Cuando este cómico, cocreador de Seinfeld y actor considera la razón de su éxito, lo atribuye a una palabra: consistencia. Al principio de su carrera, Jerry empezó a escribir al menos un chiste al día. Colgó un calendario gigante en la pared, y cada vez que terminaba su chiste diario, dibujaba una gran X roja sobre el día. Con el tiempo, la cadena de X formó una larga cadena. Jerry dice que la atracción del dinero y la fama no le motivaban. El verdadero motivador era no romper la cadena.
Esta rutina diaria de bromas es un ejemplo perfecto de un objetivo de hábito. Los objetivos de hábito te mantienen centrado en pequeñas tareas que pueden completarse cada día. Las victorias constantes mantienen el impulso. Si quieres progresar, tendrás que cambiar la intensidad por la constancia. Sigue estos cuatro pasos para ponerte en marcha con tus objetivos hoy mismo.
- Define tu objetivo. No puedes lograr un objetivo hasta que lo hayas definido. La visión siempre es lo primero. Ten claro el resultado final que quieres. Concreta tu objetivo. Y escríbelo. Los pensamientos se desenredan al pasar por los labios y por la punta del lápiz. Hasta que no puedas escribir un objetivo claro, no sabrás realmente lo que quieres. Escribir el objetivo es especialmente importante cuando se trata de un equipo. Puede que sientas claridad en tu cerebro, pero no puedes crear una alineación hasta que no esté en el papel. Este primer paso es fundamental para el éxito.
- Identificar el comportamiento adecuado. Determina qué comportamiento te permitirá alcanzar tu objetivo. No hagas que este comportamiento sea demasiado difícil. Si se practica una y otra vez, debería acercarte cada vez más a un cambio importante. Hace años, tenía 25 libras obstinadas que no bajaban. En lugar de luchar contra el peso o reservar un intimidante triatlón Ironman, eliminé el azúcar y los carbohidratos procesados. Eso es todo. Todos los días me centraba en este único paso. Fue superfácil. No me parecía un objetivo insuperable. Era un simple cambio de comportamiento. Me mantuve constante. Esos molestos kilos se redujeron en unos tres meses. Al igual que una dieta de moda, el establecimiento de objetivos intensos no funciona. Se trata de un cambio de estilo de vida. Sigue con constancia el comportamiento adecuado.
- Sigue tu progreso. Hacer un seguimiento del progreso cumple dos objetivos: refuerza el hábito a través de la responsabilidad propia, y aumenta la motivación al mostrarte el progreso visual. Al igual que la compulsión de Jerry Seinfeld por mantener la cadena, registrar tu progreso te mantendrá motivado. Ver la cadena de éxitos generará más impulso para los días venideros.
- Asigna un compañero de responsabilidad. Construir una relación con un compañero de responsabilidad puede ser el paso más impactante que puedas dar. Es muy importante elegir a la persona adecuada. Hace años, cuando me centré en mi juego de golf, elegí a un compañero que se burlaba de mis errores. Probablemente puedas adivinar lo que ocurrió. Cuanto más me ridiculizaba, peor me iba. Tu compañero de responsabilidad debe ser alentador. Puede ser un amigo o un compañero de trabajo. También podría ser un consejero, entrenador o formador profesional.
Se puede progresar en el camino.
El progreso está a tu alcance, pero puede que tengas que reestructurar tu forma de pensar en los objetivos. Cuando te apoyes en pequeñas tareas que puedas completar cada día, te pondrás en marcha en poco tiempo.
