Los gigantes del entretenimiento Walt Disney y Universal, propiedad de Comcast, han iniciado una batalla legal de gran calibre contra Midjourney, uno de los generadores de imágenes basados en inteligencia artificial más populares del mundo. En una demanda presentada este miércoles en un tribunal federal de Los Ángeles, los estudios acusan a la compañía tecnológica de una infracción sistemática y masiva de sus derechos de autor, alegando que ha utilizado sin permiso a sus personajes más icónicos para entrenar su software.
La acción legal sostiene que Midjourney ha pirateado las vastas bibliotecas creativas de ambos estudios para construir su herramienta, permitiendo la creación y distribución de «innumerables» copias de personajes mundialmente conocidos. Entre ellos se citan figuras como Darth Vader de «Star Wars», Elsa de «Frozen» o los traviesos Minions de «Gru, mi villano favorito», todos ellos reproducidos por la IA a petición de los usuarios.
Una «fosa sin fondo de plagio»
La demanda, interpuesta por siete entidades corporativas que gestionan los derechos de autor de las diferentes unidades cinematográficas de Disney y Universal, no escatima en calificativos para describir las prácticas de la empresa tecnológica. Según el texto legal, publicado por Reuters, Midjourney es una «fosa sin fondo de plagio» y el «paradigma del aprovechado de los derechos de autor».
Los estudios argumentan que Midjourney se ha apropiado indebidamente de sus obras protegidas para luego distribuir imágenes que «incorporan y copian descaradamente» a sus personajes más famosos, todo ello «sin invertir un céntimo en su creación». Para ilustrar sus acusaciones, la demanda incluye ejemplos de imágenes generadas por Midjourney que muestran a Yoda blandiendo un sable de luz, a Bart Simpson en monopatín, a Iron Man de Marvel surcando los cielos y a Buzz Lightyear de Pixar en pleno vuelo.
Del mismo modo, se hace referencia a personajes de Universal como Desdentao de «Cómo entrenar a tu dragón», el ogro verde «Shrek» o Po de «Kung Fu Panda», todos ellos recreados por la inteligencia artificial. Los demandantes afirman que la infracción de Midjourney es «calculada y deliberada».
La postura de los gigantes del entretenimiento
Los principales responsables legales de ambos conglomerados mediáticos han dejado clara su postura. Horacio Gutierrez, vicepresidente ejecutivo y director jurídico de Disney, afirmó en un comunicado que, si bien son optimistas sobre el potencial de la IA, «la piratería es piratería». Y añadió: «El hecho de que la cometa una empresa de IA no la convierte en una infracción menor».
Por su parte, Kim Harris, vicepresidenta ejecutiva y consejera general de NBCUniversal, declaró que la demanda tiene como objetivo «proteger el duro trabajo de todos los artistas cuya obra nos entretiene e inspira, así como la importante inversión que realizamos en nuestro contenido».
El respaldo de la industria no se ha hecho esperar. La Motion Picture Association (MPA), el influyente grupo que representa a los grandes estudios de cine, expresó su apoyo a la demanda. Su presidente, Charles Rivkin, señaló que «una fuerte protección de los derechos de autor es la columna vertebral de nuestra industria» y pidió un enfoque equilibrado de la IA que proteja la propiedad intelectual.
El funcionamiento de Midjourney y la presunta infracción deliberada
Midjourney es una herramienta de IA generativa que crea imágenes a partir de descripciones de texto, conocidas como «prompts». Un usuario puede escribir «un oso astronauta en Marte al estilo de Van Gogh» y el sistema producirá varias interpretaciones visuales en segundos. El problema, según la demanda, reside en cómo el sistema ha aprendido a hacer esto.
Los estudios alegan que Midjourney ha utilizado sus obras protegidas por derechos de autor para entrenar su servicio de imágenes y generar reproducciones de sus personajes. Además, sostienen que la compañía con sede en San Francisco rechazó su solicitud de cesar la infracción o, como mínimo, de implementar medidas tecnológicas para evitar la creación de estos personajes protegidos. En lugar de ello, afirman que Midjourney continuó lanzando nuevas versiones de su servicio que presumen de generar imágenes infractoras de mayor calidad.
Los demandantes solicitan al tribunal una orden judicial preliminar para impedir que Midjourney siga copiando sus obras y que ofrezca su servicio sin protecciones efectivas contra la infracción. También buscan una indemnización por daños y perjuicios cuyo importe no ha sido especificado.
Un modelo de negocio millonario basado en el «raspado de internet»
Midjourney, fundada en 2021 por David Holz, monetiza su servicio a través de suscripciones de pago. Según la información citada en la demanda, la empresa generó unos ingresos de 300 millones de dólares (aproximadamente 280 millones de euros) el año pasado.
Las acusaciones de los estudios se ven reforzadas por declaraciones pasadas del propio CEO de la compañía. En una entrevista con Forbes en 2022, David Holz admitió que construyó la base de datos de su empresa realizando «un gran raspado de Internet» («a big scrape of the Internet»). El «raspado web» es un proceso automatizado para extraer grandes cantidades de datos de sitios web.
Cuando se le preguntó si había solicitado el consentimiento de los artistas cuyo trabajo estaba protegido por derechos de autor, Holz respondió: «No hay realmente una manera de obtener cien millones de imágenes y saber de dónde vienen». Esta admisión es una pieza central en el argumento de los demandantes sobre la naturaleza deliberada de la infracción.
Un nuevo capítulo en la batalla legal contra la IA generativa
Esta demanda no es un hecho aislado. Se enmarca en una creciente oleada de litigios presentados por titulares de derechos de autor —desde autores y medios de comunicación hasta sellos discográficos— contra empresas tecnológicas por el uso de sus materiales para entrenar modelos de IA sin permiso ni compensación.
De hecho, no es la primera vez que Midjourney se enfrenta a los tribunales por este motivo. Hace un año, un juez federal de California consideró que una demanda por infracción de derechos de autor presentada por un grupo de 10 artistas contra Midjourney, Stability AI y otras empresas tenía fundamentos plausibles. El juez permitió que el litigio sobre el uso no autorizado de imágenes siguiera adelante, y actualmente se encuentra en proceso.
El caso de Disney y Universal contra Midjourney representa uno de los desafíos más directos y de mayor perfil hasta la fecha contra las prácticas de entrenamiento de las empresas de IA generativa. El resultado podría sentar un precedente crucial para el futuro de la creatividad, la propiedad intelectual y la innovación tecnológica.