La incorporación de Suno, plataforma de generación de canciones mediante inteligencia artificial, en Alexa podría desencadenar graves conflictos legales y comerciales con la industria musical.
La reciente integración de Amazon de la plataforma de generación musical Suno en su asistente Alexa Plus ha levantado serias preocupaciones sobre derechos de autor y el futuro de la industria musical. Lo que parecía ser solo una pequeña demostración de las capacidades de Alexa Plus, podría convertirse en un auténtico campo de batalla legal para el gigante tecnológico.
¿Qué es Suno y por qué genera polémica?
Suno es una plataforma de inteligencia artificial que genera canciones a partir de prompts de texto. Los usuarios introducen una descripción como "una canción de jazz, reggae y EDM pop sobre mi imaginación" y la IA crea una pieza musical completa basada en esa petición. El problema es que, como muchas empresas de IA generativa, Suno ha sido entrenada con material protegido por derechos de autor, algo que ha despertado la ira de la industria musical.
La demostración de Amazon, que requiere vincular una cuenta de Suno a Alexa, pretende ofrecer música "hiperpersonalizada" generada al momento. Sin embargo, según reporta The Verge, esto podría estar agravando los problemas legales que ya enfrenta Suno y creando nuevos conflictos para Amazon.
Las batallas legales de Suno
Suno no es precisamente un desconocido en el ámbito legal. Actualmente, se enfrenta a demandas por parte de grandes discográficas y la RIAA (Recording Industry Association of America) por presuntas infracciones de derechos de autor. Aunque los demandantes no pueden examinar directamente los datos de entrenamiento de Suno, han logrado generar material sospechosamente similar a canciones conocidas como "Johnny B. Goode", "Great Balls of Fire" e incluso han reproducido hábitos característicos como el de Jason Derulo de cantar su propio nombre.
Lo más sorprendente es que Suno prácticamente admite que estas canciones fueron regurgitadas de material protegido, aunque argumenta que tal uso es legal. En sus propios documentos legales, la empresa reconoce: "No es ningún secreto que las decenas de millones de grabaciones con las que se entrenó el modelo de Suno presumiblemente incluían grabaciones cuyos derechos son propiedad de los demandantes en este caso".
El argumento de Suno se basa en el concepto de "uso justo" (fair use), una defensa legal común pero aún no resuelta en el ámbito de los datos de entrenamiento de IA.
La integración con Alexa empeora la situación
La inclusión de Suno en el ecosistema de Alexa no hace sino agravar la situación legal de ambas empresas. Una de las cuestiones clave en los litigios sobre uso justo es si una obra derivada pretende reemplazar a la original.
Como señala el artículo de The Verge: "Cada minuto que se pasa escuchando 'All I Want for Christmas Is You' de Suno es un minuto que no se pasa escuchando 'All I Want for Christmas Is You' de Mariah Carey a través de Spotify o Amazon Music Unlimited, y Carey y compañía se quedan sin cobrar".
Richard James Burgess, presidente y CEO de la American Association of Independent Music, expresó su preocupación: "Si Suno estuviera repentinamente disponible para todos los suscriptores de Alexa, eso sería muy preocupante". Burgess enfatizó que el problema no es la música generada por IA en sí, sino las presuntas violaciones de derechos de autor. "Si no se ha licenciado correctamente de los titulares de derechos, entonces eso es problemático para toda la música. Afecta a los negocios de las personas. Afecta a sus medios de vida".
El impacto en la industria musical
El modelo de negocio de Suno, que ofrece suscripciones para generar canciones (con una versión gratuita que permite 10 canciones diarias), plantea serias dudas sobre su sostenibilidad. Si la empresa es declarada culpable de infringir derechos de autor, los daños por las canciones que ya ha utilizado podrían ser astronómicos, además de cualquier tarifa de licencia que Suno tenga que pagar en el futuro. Esto podría llevar a la empresa a la bancarrota.
Pero el problema va más allá. Como señala Elizabeth Lopatto en The Verge, hay otra forma en que Suno puede socavar a los músicos reales, además de robar tiempo de escucha: "La industria musical ya tiene un problema con imitaciones y fraudes basados en IA; el material de baja calidad de Suno facilita aún más la generación de pistas fraudulentas".
La contradicción de Amazon
La situación se complica aún más porque Amazon tiene sus propios acuerdos con sellos discográficos, incluidos los que están demandando a Suno. En un comunicado de prensa de diciembre de 2024, Universal Music Group anunció una "relación global ampliada" con Amazon que incluye el "avance de principios centrados en el artista".
Más aún, el comunicado afirmaba que "UMG y Amazon también trabajarán en colaboración para abordar, entre otras cosas, el contenido ilegal generado por IA, así como para protegerse contra el fraude y la atribución errónea".
Esta aparente contradicción no pasó desapercibida para The Verge, que concluye su artículo con un sardónico "¿Qué ha sido de eso, eh?".
El dilema del arte generado por IA
Detrás de todo este asunto legal hay un debate filosófico sobre la naturaleza del arte y la música. Mikey Shulman, cofundador de Suno, se quejó en una entrevista con Rolling Stone de que los músicos están superados en número por su audiencia, algo que considera "tan desequilibrado".
Esta visión parece no comprender por qué la gente valora la música. Como señala Lopatto: "La música, como todo arte que vale la pena, trata sobre personas. Si más personas quieren hacer música, pueden hacerlo, aprendiendo a tocar un instrumento o a cantar".
Las canciones generadas por IA que han llamado la atención del público, como "BBL Drizzy" y "10 Drunk Cigarettes", no son puramente generadas por IA, sino que cuentan con músicos que trabajan con la IA como herramienta para curar y editar el material. Sin embargo, la demostración de Suno mostró solo la generación bruta mediante prompts, "la forma menos interesante de interactuar con la música generativa por IA, y la que más amenaza a la industria musical real".
El silencio de los implicados
Tanto Amazon como Suno han mostrado reticencia a comentar sobre esta controversia. Amazon declinó hacer comentarios oficiales sobre la demostración de Suno, mientras que Mikey Shulman, cofundador de Suno, no respondió a la solicitud de comentarios de The Verge para el artículo.
Este silencio podría interpretarse como un reconocimiento tácito de la delicada situación legal y ética en la que ambas empresas se encuentran inmersas.