EE.UU. incluye a más de 50 empresas chinas en lista negra para frenar capacidades en IA y chips

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EE.UU. incluye a más de 50 empresas chinas en lista negra para frenar capacidades en IA y chips

Estados Unidos ha intensificado su estrategia para contener el avance tecnológico de China al incluir a más de 50 empresas del gigante asiático en su lista negra de exportaciones. Esta medida, anunciada el martes, representa el primer esfuerzo de este tipo bajo la administración de Donald Trump y busca limitar las capacidades de Pekín en los campos de inteligencia artificial y computación avanzada.

La nueva ola de restricciones

El Departamento de Comercio de Estados Unidos, a través de su Oficina de Industria y Seguridad (BIS), ha incorporado un total de 80 organizaciones a su "lista de entidades", de las cuales más de 50 son de origen chino. Las empresas incluidas en esta lista negra enfrentarán importantes obstáculos, ya que las compañías estadounidenses no podrán suministrarles productos sin obtener permisos gubernamentales específicos.

Según las autoridades estadounidenses, estas organizaciones han sido señaladas por "actuar de manera contraria a la seguridad nacional e intereses de política exterior de EE.UU.". La medida forma parte de un esfuerzo más amplio para restringir el acceso de Pekín a tecnologías de computación exascale, que pueden procesar enormes cantidades de datos a velocidades muy altas, así como a tecnologías cuánticas.

Jeffrey I. Kessler, Subsecretario de Comercio para Industria y Seguridad, declaró que la administración está "enviando un mensaje claro y contundente" de que impedirá que las tecnologías estadounidenses "sean utilizadas indebidamente para computación de alto rendimiento, misiles hipersónicos, entrenamiento de aeronaves militares y vehículos aéreos no tripulados (UAV) que amenacen nuestra seguridad nacional".

Objetivos específicos de las restricciones

El gobierno estadounidense ha sido específico sobre las razones para incluir a estas empresas en la lista negra:

  • Docenas de entidades chinas fueron señaladas por su supuesta participación en el desarrollo de IA avanzada, supercomputadoras y chips de IA de alto rendimiento para fines militares.
  • Dos empresas fueron incluidas por suministrar artículos de origen estadounidense a entidades ya sancionadas, como Huawei y su filial fabricante de chips HiSilicon.
  • 27 entidades chinas fueron añadidas por adquirir productos de origen estadounidense para apoyar la modernización militar de China.
  • 7 empresas más fueron sancionadas por ayudar a avanzar en las capacidades de tecnología cuántica de China.

Entre las organizaciones afectadas se encuentran seis filiales del Grupo Inspur, una empresa china de computación en la nube que ya había sido incluida en la lista negra por la administración de Joe Biden en 2023.

Reacción de China y análisis de expertos

El Ministerio de Asuntos Exteriores de China reaccionó rápidamente ante esta medida, afirmando que "condena enérgicamente" las restricciones a la exportación e instando a Estados Unidos a "dejar de generalizar la seguridad nacional", según informó Reuters.

Alex Capri, profesor de la Universidad Nacional de Singapur y autor de "Tecno-nacionalismo: Cómo está remodelando el comercio, la geopolítica y la sociedad", señaló que estas nuevas adiciones "lanzan una red cada vez más amplia dirigida a terceros países, puntos de tránsito e intermediarios".

Capri destacó que las empresas chinas han logrado acceder a tecnologías estratégicas estadounidenses de doble uso a través de ciertos terceros, refiriéndose a las lagunas que han permitido a las compañías chinas acceder a tecnologías estadounidenses a pesar de las restricciones.

"Los funcionarios estadounidenses continuarán intensificando las operaciones de seguimiento y rastreo dirigidas al contrabando de semiconductores avanzados fabricados por Nvidia y Advanced Micro Devices", añadió el experto.

Contexto de tensiones crecientes

Estas restricciones ampliadas llegan en un momento de tensiones crecientes entre Washington y Pekín, con la administración Trump aumentando los aranceles contra China.

La medida también se produce en un contexto de rápido ascenso de startups chinas de IA como DeepSeek, que ha impulsado la adopción de modelos de IA de código abierto y bajo costo en China, ejerciendo presión sobre los competidores estadounidenses líderes con modelos propietarios de mayor costo.

Continuidad de políticas restrictivas

La acción de la administración Trump representa una continuidad de las políticas implementadas durante el gobierno de Biden, quien impuso controles de exportación amplios contra China, abarcando desde semiconductores hasta supercomputadoras bajo la denominada política de "patio pequeño, valla alta" ("small yard, high fence").

Este enfoque busca imponer restricciones sobre un pequeño número de tecnologías con significativo potencial militar, mientras se mantiene un intercambio económico normal en otras áreas.

Kessler enfatizó que "la lista de entidades es una de las muchas herramientas poderosas a nuestra disposición para identificar y cortar a los adversarios extranjeros que buscan explotar la tecnología estadounidense para fines malignos".

Implicaciones para la industria tecnológica global

La batalla por la supremacía tecnológica entre Estados Unidos y China ha generado profundas consecuencias para la cadena de suministro global de semiconductores y el desarrollo de inteligencia artificial. Las empresas que operan en ambos mercados se enfrentan a un entorno normativo cada vez más complejo.

Las restricciones anteriores ya habían obligado a empresas como Nvidia a desarrollar versiones especiales de sus chips para el mercado chino que cumplieran con las regulaciones estadounidenses. Esta nueva ola de sanciones probablemente intensificará esos desafíos.

Mientras tanto, China ha estado invirtiendo fuertemente en desarrollar su propia capacidad de fabricación de semiconductores y tecnología de IA para reducir su dependencia de los proveedores extranjeros, una estrategia que podría acelerarse a raíz de estas nuevas restricciones.

La inclusión de estas empresas en la lista negra marca un nuevo capítulo en la prolongada disputa tecnológica entre las dos potencias mundiales, con implicaciones potencialmente significativas para el futuro de la industria tecnológica global y las relaciones comerciales internacionales.

Ni el Grupo Inspur ni Huawei respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de CNBC.

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