Un investigador de IA lanza una polémica startup para reemplazar a todos los trabajadores humanos

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Un investigador de IA lanza una polémica startup para reemplazar a todos los trabajadores humanos

Una nueva startup del Silicon Valley ha generado controversia al anunciar su ambicioso objetivo: automatizar completamente todos los trabajos humanos. Mechanize, fundada por el reconocido investigador de IA Tamay Besiroglu, busca proporcionar los datos, evaluaciones y entornos digitales necesarios para hacer posible la automatización de cualquier puesto de trabajo mediante agentes de inteligencia artificial.

La misión de la empresa ha sido descrita como «absurda» por algunos observadores, y ha provocado un intenso debate en redes sociales, especialmente por la relación del fundador con Epoch, una organización de investigación sin ánimo de lucro que se consideraba imparcial en el análisis del impacto económico de la IA.

La ambiciosa misión de reemplazar a todos los trabajadores

Según publicó el propio Besiroglu en X, el objetivo de Mechanize es «la automatización completa de todo el trabajo» y «la automatización completa de la economía». En términos prácticos, esto significa que la startup está trabajando para reemplazar a cada trabajador humano con un agente de IA.

El potencial de mercado que busca capturar Mechanize es impresionante: Besiroglu ha calculado que los trabajadores en Estados Unidos reciben anualmente unos 18 billones de dólares (aproximadamente 16,6 billones de euros) en salarios agregados. A nivel mundial, esta cifra se triplica, alcanzando los 60 billones de dólares (cerca de 55,3 billones de euros) al año.

Sin embargo, Besiroglu aclaró a TechCrunch que «su enfoque inmediato está en el trabajo de oficina» más que en trabajos manuales que requerirían robótica. Esto sugiere que los primeros puestos en ser automatizados serían principalmente administrativos y profesionales.

Un fundador con respaldo de peso

Tamay Besiroglu no es un recién llegado al mundo de la IA. Es conocido por haber fundado Epoch, un instituto de investigación que analiza el impacto económico de la inteligencia artificial y produce benchmarks para evaluar el rendimiento de los modelos de IA.

La nueva startup cuenta con el respaldo de inversores de alto perfil, incluyendo a Nat Friedman y Daniel Gross, Patrick Collison, Dwarkesh Patel, Jeff Dean, Sholto Douglas y Marcus Abramovitch. Este último, socio gerente del fondo de cobertura de criptomonedas AltX y autoproclamado «altruista efectivo», confirmó su inversión.

«El equipo es excepcional en muchas dimensiones y ha pensado más profundamente sobre la IA que cualquier otra persona que conozco», declaró Abramovitch a TechCrunch.

Controversia en la comunidad tecnológica

La respuesta a Mechanize ha sido mayoritariamente negativa en las redes sociales. Las críticas se centran tanto en la misión de la empresa como en la percepción de un conflicto de intereses con Epoch, que se consideraba una forma imparcial de verificar el rendimiento de los modelos de IA.

«Tengo un gran respeto por el trabajo de los fundadores en Epoch, pero me entristece ver esto. La automatización de la mayor parte del trabajo humano es, de hecho, un gran premio para las empresas, por eso muchas de las empresas más grandes de la Tierra ya lo están persiguiendo. Creo que será una gran pérdida para la mayoría de los humanos», respondió el usuario de X Anthony Aguirre.

No es la primera vez que Epoch genera controversia. En diciembre, la organización reveló que OpenAI había apoyado la creación de uno de sus benchmarks de IA, que luego la empresa creadora de ChatGPT utilizó para presentar su nuevo modelo o3. Los usuarios de redes sociales consideraron que Epoch debería haber sido más transparente sobre esta relación.

Oliver Habryka comentó en X: «Esto parece una confirmación aproximada de que la investigación de Epoch estaba alimentando directamente el trabajo de capacidades fronterizas, aunque tenía la esperanza de que no viniera literalmente de ti».

¿Beneficios económicos para todos?

A pesar de las críticas, Besiroglu defiende que tener agentes que realicen todo el trabajo en realidad enriquecerá a los humanos, no los empobrecerá, a través de un «crecimiento económico explosivo». El fundador señala un artículo académico que publicó sobre este tema.

«Automatizar completamente el trabajo podría generar una gran abundancia, niveles de vida mucho más altos y nuevos bienes y servicios que ni siquiera podemos imaginar hoy», explicó a TechCrunch.

Sin embargo, esta visión optimista pasa por alto un hecho básico: si los humanos no tienen trabajos, no tendrán ingresos para comprar todas las cosas que los agentes de IA están produciendo.

Ante este argumento, Besiroglu sostiene que los salarios humanos en un mundo tan automatizado en realidad deberían aumentar porque dichos trabajadores son «más valiosos en roles complementarios que la IA no puede desempeñar».

Pero recordemos que el objetivo es que los agentes hagan todo el trabajo. Cuando se le preguntó sobre esto, explicó: «Incluso en escenarios donde los salarios podrían disminuir, el bienestar económico no está determinado únicamente por los salarios. Las personas típicamente reciben ingresos de otras fuentes, como rentas, dividendos y asistencia social del gobierno».

Un problema técnico legítimo

A pesar de que la visión y misión de Besiroglu son claramente extremas, el problema técnico que busca resolver es legítimo. Si cada trabajador humano tuviera un equipo personal de agentes que le ayudara a producir más trabajo, podría generarse abundancia económica.

Besiroglu también señala correctamente que, un año después del inicio de la era de los agentes de IA, estos no funcionan muy bien. Son poco fiables, no retienen información, tienen dificultades para completar tareas de forma independiente y «no pueden ejecutar planes a largo plazo sin descarrilarse».

Sin embargo, no está solo en este trabajo. Grandes empresas como Salesforce y Microsoft están construyendo plataformas de agentes. OpenAI también lo está haciendo. Y abundan las startups de agentes: desde especialistas en tareas (ventas salientes, análisis financiero) hasta aquellas que trabajan en datos de entrenamiento, pasando por otras que se centran en la economía de precios de los agentes.

Mientras tanto, en un giro irónico que no ha pasado desapercibido, Besiroglu quiere que sepas que Mechanize está contratando… a humanos.

Implicaciones para el futuro del trabajo

La aparición de startups como Mechanize representa un punto de inflexión en el debate sobre el futuro del trabajo en la era de la inteligencia artificial. La automatización ya no se presenta como un complemento a la labor humana, sino como un completo reemplazo.

Es importante señalar que el consenso entre los economistas y expertos en tecnología sigue siendo mixto. Mientras algunos prevén una transición dolorosa pero necesaria hacia una economía más automatizada, otros advierten sobre los riesgos sociales de desplazar masivamente a los trabajadores sin un plan adecuado.

La historia de la tecnología nos muestra que la automatización suele crear nuevos tipos de trabajos, incluso mientras elimina otros. La diferencia esta vez podría ser la velocidad y el alcance del cambio, además de la capacidad de los sistemas de IA para aprender y adaptarse a nuevas tareas de forma autónoma.

Mientras Mechanize avanza en su polémica misión, el debate sobre cómo debemos integrar la IA en nuestra economía y sociedad seguirá intensificándose. La pregunta fundamental sigue siendo: ¿estamos preparados, como sociedad, para un mundo donde el trabajo humano ya no sea el centro de la actividad económica?

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