Meta Platforms ha solicitado a un tribunal estadounidense que dictamine que no violó las leyes de derechos de autor al utilizar libros de reconocidos autores, como Ta-Nehisi Coates y la comediante Sarah Silverman, para entrenar su sistema de inteligencia artificial. La empresa matriz de Facebook argumenta que su uso de estas obras constituye un "uso justo" según la doctrina legal estadounidense, por lo que pide que se desestime la demanda de los autores.
Este caso podría convertirse en un precedente crucial para la industria tecnológica, ya que la cuestión del "uso justo" probablemente será determinante en los numerosos litigios sobre derechos de autor relacionados con el entrenamiento de sistemas de IA que enfrentan las grandes tecnológicas.
La defensa legal de Meta: el "uso justo"
Según documentos presentados el lunes ante un juez federal en San Francisco, Meta argumenta que su utilización de libros para desarrollar su modelo de lenguaje Llama está protegida por la doctrina legal de "uso justo" (fair use), que permite el uso no autorizado de material protegido por derechos de autor bajo ciertas circunstancias.
La compañía tecnológica sostiene que su uso es transformativo, ya que entrena a Llama para "servir como tutor personal en casi cualquier materia, ayudar con la ideación creativa y asistir a los usuarios en la generación de informes comerciales, traducir conversaciones, analizar datos, escribir código y componer poemas o cartas a amigos", según se detalla en documentos judiciales citados por Reuters.
"Lo que no hace es replicar los libros de los demandantes o sustituir su lectura", afirma Meta en su argumentación legal.
Un portavoz de Meta declaró que el uso justo es "vital" para sus "modelos de IA generativa de código abierto transformadores que están impulsando una increíble innovación, productividad y creatividad", según informó Reuters.
La demanda de los autores contra Meta
Los autores, entre los que se encuentran el escritor Ta-Nehisi Coates y la comediante Sarah Silverman, presentaron una demanda contra Meta en 2023. En ella, argumentan que la compañía utilizó versiones pirateadas de sus libros para entrenar el modelo de lenguaje Llama sin su permiso.
A principios de este mes, los autores solicitaron al tribunal que rechazara la defensa de "uso justo" presentada por Meta. "Meta quería los libros por su contenido expresivo, precisamente la materia que protege la ley de derechos de autor", afirmaron los demandantes en sus documentos legales.
"Pero en lugar de pagar a los titulares de los derechos, Meta tomó sistemáticamente y alimentó copias completas de obras pirateadas en sus modelos de lenguaje para extraer ese contenido expresivo sin tener que pagar", añadieron los autores en su argumentación.
En enero de este año, los autores también alegaron que Meta sabía que estaba utilizando libros pirateados para entrenar su sistema de inteligencia artificial, lo que podría complicar aún más la defensa de la empresa tecnológica.
El debate sobre los derechos de autor en la IA
Este caso forma parte de una batalla legal más amplia que enfrenta a creadores de contenido contra empresas tecnológicas por el uso de material protegido por derechos de autor para entrenar sistemas de inteligencia artificial. Según los expertos, el "uso justo" podría ser la cuestión legal decisiva en estos litigios de alto riesgo.
La disputa no se limita a los autores de libros. Artistas visuales, medios de comunicación y otros creadores de contenido han presentado demandas similares contra empresas tecnológicas como OpenAI (creadora de ChatGPT) y Google por utilizar sus obras para entrenar modelos de IA sin autorización ni compensación.
El resultado de este caso podría establecer un importante precedente sobre cómo se aplica la doctrina del "uso justo" al entrenamiento de sistemas de IA. Si el tribunal falla a favor de Meta, podría allanar el camino para que las empresas tecnológicas utilicen material protegido por derechos de autor con mayor libertad. Por el contrario, una victoria para los autores podría obligar a las compañías a obtener licencias y pagar por el uso de contenido protegido.
Los próximos pasos del proceso legal
El caso, conocido formalmente como "Kadrey v. Meta Platforms Inc" (No. 3:23-cv-03417), se está tramitando en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de California.
Los autores están representados por un impresionante equipo legal que incluye a David Boies de Boies Schiller Flexner, Joseph Saveri, Rachel Geman, Amy Keller, Bryan Clobes y Matthew Butterick. Por su parte, Meta cuenta con abogados de prestigiosas firmas como Cooley, Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, y Paul Weiss Rifkind Wharton & Garrison.
En noviembre de 2023, un juez estadounidense recortó parte de la demanda por derechos de autor contra Meta, aunque permitió que continuaran las reclamaciones principales.
Los expertos legales están siguiendo de cerca este caso, ya que podría ser determinante para entender cómo se aplicarán las leyes de derechos de autor existentes a las nuevas tecnologías de IA. La resolución también podría influir en cómo las empresas tecnológicas obtienen y utilizan datos para entrenar sus modelos en el futuro.
Implicaciones más amplias para la industria tecnológica
Esta batalla legal se produce en un momento en que las empresas tecnológicas están invirtiendo miles de millones de dólares en el desarrollo de sistemas de IA cada vez más sofisticados. Estos sistemas necesitan enormes cantidades de datos para su entrenamiento, incluidos textos, imágenes y otros contenidos que a menudo están protegidos por derechos de autor.
Si los tribunales determinan que las empresas tecnológicas deben obtener licencias para este material, podría aumentar significativamente los costos de desarrollo de la IA y potencialmente ralentizar la innovación en este campo. Por otro lado, una interpretación demasiado amplia del "uso justo" podría perjudicar económicamente a los creadores de contenido, cuyos trabajos se utilizan sin compensación.
Mientras tanto, otros casos similares avanzan en los tribunales. Recientemente, Anthropic ganó una ronda inicial en un caso de derechos de autor presentado por editores musicales, lo que sugiere que estos complejos debates legales podrían resolverse caso por caso, dependiendo de las circunstancias específicas y los tipos de contenido utilizados.
La resolución de este caso podría marcar un punto de inflexión en la relación entre los creadores de contenido y las empresas tecnológicas en la era de la inteligencia artificial.