CoreWeave, una de las empresas más prometedoras en el ámbito de la infraestructura para inteligencia artificial, se prepara para debutar en el mercado bursátil este jueves con una oferta pública inicial (IPO) muy esperada. Sin embargo, existe una preocupación creciente sobre el valor a largo plazo de su principal activo: una impresionante colección de 250.000 procesadores gráficos de Nvidia, que podrían estar perdiendo su ventaja tecnológica más rápido de lo previsto.
El gigante de la nube de GPUs se enfrenta a la obsolescencia acelerada
CoreWeave se ha posicionado como uno de los principales proveedores de "GPU clouds", servicios que permiten a desarrolladores alquilar por horas el acceso remoto a potentes procesadores gráficos de Nvidia para entrenar y ejecutar modelos de inteligencia artificial. Esta estrategia ha convertido a la empresa con sede en Nueva Jersey en un actor destacado en el mercado de infraestructura para IA.
Según reveló la compañía en su solicitud ante la SEC, la mayoría de estos 250.000 procesadores pertenecen a la generación Hopper de Nvidia. Estos chips, como el H100, representaron la vanguardia tecnológica durante 2023 y 2024, cuando las empresas de IA compraban o alquilaban toda unidad disponible tras el lanzamiento de ChatGPT por OpenAI a finales de 2022.
Sin embargo, el mundo del hardware para IA avanza a una velocidad vertiginosa, lo que plantea dudas sobre cuánto tiempo estos chips permanecerán siendo atractivos para los clientes y, por ende, sobre el valor futuro de CoreWeave.
La amenaza de Blackwell: la nueva generación que eclipsa a Hopper
El propio CEO de Nvidia, Jensen Huang, señaló durante la conferencia GTC de la compañía la semana pasada que los chips Hopper están siendo superados ampliamente por sus sucesores, los GPUs de la generación Blackwell, que han comenzado a enviarse desde finales de 2024.
"En un modelo de razonamiento, Blackwell es 40 veces más potente que Hopper. Sin más. Bastante increíble", declaró Huang. Y añadió bromeando: "Ya dije antes que cuando Blackwell empiece a enviarse en volumen, no podrías ni regalar los Hopper".
Estas declaraciones, aunque quizás exageradas con propósito comercial, subrayan un hecho preocupante para CoreWeave. La empresa ha basado sus proyecciones de negocio en estimaciones sobre cuánto podrá cobrar por el alquiler de estos chips durante los próximos cinco o seis años. Si los clientes migran rápidamente hacia la nueva generación, estos cálculos podrían verse seriamente comprometidos.
Implicaciones económicas de una vida útil reducida
CoreWeave ha invertido considerablemente en su infraestructura, tomando préstamos de casi 8.000 millones de dólares (aproximadamente 7.300 millones de euros) para adquirir chips de Nvidia y construir sus centros de datos. En algunos casos, ha utilizado los propios GPUs acumulados como garantía para estos préstamos.
La compañía planea utilizar sus chips Hopper durante seis años, pero la evolución del mercado podría obligarla a reconsiderar este plazo. Según un análisis de SemiAnalysis, un chip H100 tendría que alquilarse un 65% más barato por hora que un sistema Nvidia Blackwell GB200 NVL para ser competitivo en precio por rendimiento. Traducido a cifras, el H100 debería costar 0,98 dólares por hora para igualar el precio por rendimiento de un sistema Blackwell valorado en 2,20 dólares por hora por GPU.
El mercado ya refleja esta tendencia. Si en 2023 los chips H100 se alquilaban por hasta 8 dólares (aproximadamente 7,3 euros) por hora y requerían compromisos a largo plazo, hoy pueden contratarse en minutos con una tarjeta de crédito por menos de 2 dólares (unos 1,8 euros) la hora.
Una depreciación más rápida de lo previsto
El analista de Barclays, Ross Sandler, advirtió en una nota publicada el viernes que la industria podría estar entrando en un período donde la vida útil de los chips de IA se reduce significativamente. Aunque su análisis se centraba en grandes proveedores de servicios en la nube como Meta, Google y Amazon, la tendencia afecta igualmente a proveedores más pequeños como CoreWeave.
"Estos activos se están volviendo obsoletos a un ritmo mucho más rápido dado cuánta innovación y mejoras de velocidad ocurren con cada generación", escribió Sandler. Esta situación amenaza los resultados de las empresas si terminan depreciando los equipos más antiguos más rápidamente de lo previsto.
CoreWeave reconoce el riesgo en sus documentos presentados ante la SEC, indicando que si hubiera cambios en las suposiciones "significativas" que hace sobre la vida útil de su infraestructura de IA, esto podría perjudicar su negocio o perspectivas futuras.
La relación entre CoreWeave y Nvidia
A pesar de estas preocupaciones, CoreWeave mantiene una buena relación con Nvidia, que posee más del 5% de la empresa. Sin duda, CoreWeave seguirá comprando chips a Nvidia para mantenerse competitiva.
"Estamos súper orgullosos de ellos", comentó Huang la semana pasada, refiriéndose a CoreWeave.
La empresa también ha manifestado en sus documentos que busca ofrecer infraestructura de vanguardia y que continuará invirtiendo para expandir y mejorar sus centros de datos. "Parte de este proceso implica retirar componentes obsoletos de nuestra infraestructura y reemplazarlos con la última tecnología disponible", señala la compañía.
Perspectivas para la IPO
CoreWeave ha comenzado a comercializar su IPO con un rango de precios objetivo entre 47 y 55 dólares por acción (aproximadamente entre 43 y 50 euros). La salida a bolsa está programada para este jueves y se espera que sea una de las más importantes del año.
Sin embargo, la hoja de ruta de Nvidia para lanzar nuevos chips que, como la propia empresa se enorgullece de proclamar, harán obsoletos a sus predecesores, representa una amenaza para las ambiciones de CoreWeave.
Los inversores deberán evaluar cuidadosamente cómo valoran esta empresa teniendo en cuenta la rápida evolución del hardware de IA y la posibilidad de que sus activos principales se deprecien más rápido de lo anticipado.
Nota: Este artículo ha sido elaborado con información proporcionada por CNBC.