Ziff Davis, propietaria de IGN y CNET, demanda a OpenAI por infracción de derechos de autor

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Ziff Davis, propietaria de IGN y CNET, demanda a OpenAI por infracción de derechos de autor

Ziff Davis, el gigante de medios digitales propietario de marcas como IGN, CNET y PCMag, ha presentado una demanda contra OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, por presunta infracción de derechos de autor. La compañía acusa a la desarrolladora de inteligencia artificial de copiar «intencionada e implacablemente» el contenido de sus publicaciones sin autorización para entrenar sus modelos de IA.

Los detalles de la demanda

Según informó primero The New York Times, Ziff Davis alega en su demanda que OpenAI ha creado «copias exactas» de los trabajos de sus medios sin el permiso correspondiente. La empresa editorial, que posee más de 45 marcas de medios y cuenta con una plantilla de más de 3.800 empleados, se convierte así en uno de los editores más grandes en emprender acciones legales contra la compañía de inteligencia artificial.

En el documento legal, Ziff Davis afirma que publica cerca de 2 millones de artículos nuevos cada año y promedia más de 292 millones de visitas de usuarios mensualmente. La demanda sostiene que OpenAI ha «copiado, reproducido y almacenado» el trabajo de sus publicaciones para generar respuestas en ChatGPT.

Un punto importante en las acusaciones es que, según Ziff Davis, OpenAI entrenó sus modelos de IA con su contenido a pesar de que la editorial había instruido explícitamente a los rastreadores web que no escanearan sus datos mediante un archivo robots.txt. Este tipo de archivo es una herramienta estándar que utilizan los sitios web para indicar a los rastreadores qué contenido pueden indexar y cuál no.

«Ziff Davis ha identificado cientos de copias completas del texto del cuerpo de las obras de Ziff Davis en una pequeña muestra del conjunto de datos WebText de OpenAI que ha hecho público», señala la demanda. Además, la editorial afirma que OpenAI eliminó la información de derechos de autor del contenido que extrajo.

El contexto más amplio de demandas por derechos de autor

La acción legal de Ziff Davis se suma a una serie de demandas similares contra OpenAI por presuntas infracciones de derechos de autor. Entre los medios que ya han emprendido acciones legales se encuentran The New York Times, The Intercept, Raw Story, AlterNet y un grupo de empresas de medios canadienses.

Sin embargo, no todos los medios han optado por la vía judicial. Varias publicaciones importantes han decidido firmar acuerdos de licencia de contenido con OpenAI, entre ellas Vox Media (empresa matriz de The Verge), The Associated Press, The Atlantic, The Financial Times y The Washington Post.

Estos acuerdos permiten a OpenAI utilizar legalmente el contenido de estos medios para entrenar sus modelos de IA, a cambio de una compensación económica y, en algunos casos, la implementación de funciones específicas como resúmenes de artículos generados por IA.

La respuesta de OpenAI

Ante la demanda, OpenAI no ha tardado en defender su posición. Jason Deutrom, portavoz de la empresa, declaró a The Verge: «ChatGPT ayuda a mejorar la creatividad humana, avanzar en el descubrimiento científico y la investigación médica, y permite a cientos de millones de personas mejorar su vida diaria».

El representante de OpenAI añadió que «nuestros modelos potencian la innovación y están entrenados con datos disponibles públicamente y fundamentados en el uso justo». Esta referencia al «uso justo» (fair use) es un concepto legal que permite el uso limitado de material protegido por derechos de autor sin necesidad de permiso del titular, bajo ciertas condiciones como el uso educativo o transformativo.

Por su parte, Ziff Davis ha declinado hacer comentarios adicionales sobre el caso, según informa The Verge.

¿Qué pide Ziff Davis al tribunal?

En su demanda, Ziff Davis solicita al tribunal que ordene a OpenAI cesar la «explotación» de sus obras. Además, pide que la empresa de inteligencia artificial destruya cualquier conjunto de datos o modelos que contengan su contenido.

Este caso forma parte de un debate más amplio sobre los límites del uso de contenido protegido por derechos de autor para entrenar modelos de inteligencia artificial. La cuestión central gira en torno a si el entrenamiento de IA con contenido protegido constituye «uso justo» o si requiere permisos explícitos y compensación a los creadores originales.

Implicaciones para la industria

La resolución de este y otros casos similares podría tener profundas implicaciones para el futuro desarrollo de la inteligencia artificial generativa. Si los tribunales fallan a favor de las empresas de medios, las compañías de IA podrían verse obligadas a negociar acuerdos de licencia con un número mucho mayor de editores o a cambiar fundamentalmente la forma en que recopilan datos para entrenar sus modelos.

Por otro lado, si los tribunales determinan que el uso de contenido para entrenar IA constituye «uso justo», podría sentar un precedente que permitiría a las empresas de IA continuar utilizando contenido protegido sin necesidad de permisos específicos.

En cualquier caso, estas batallas legales están definiendo las reglas de juego para la relación entre los creadores de contenido tradicionales y las nuevas tecnologías de inteligencia artificial, en un momento en que estas últimas están redefiniendo la creación y distribución de información a nivel global.

Mientras tanto, el caso de Ziff Davis contra OpenAI avanzará en los tribunales, sumándose a la creciente lista de litigios que buscan esclarecer los límites legales y éticos de la IA generativa en relación con los derechos de autor.

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